Three.

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Las calles que me faltaban para llegar a mi hogar estaban vacías, y ahí estaba yo, caminando sola.
El invierno estaba llegando así que mi falda escolar no me favorecía, tenía frío y el viento no dejaba que mi pelo esté en paz, lo deje libre, adiós flequillo ¿Para que me gasto en peinarme?
Mi abuela me recibió en la puerta con galletas, me sorprendió que las haga, hace mucho que no se ponía a hacer recetas de la familia, cuando llegué al comedor encontré la respuesta.
Era una señora que no conocía con un chico, mi cara paso de ser de neutral a.. ¿Neutral? No soy muy expresiva para que intentar explicarlo.
El chico se levantó en cuanto di un paso, despegó el trasero de la silla tan rápido que me asusté, mi nana reía. La madre del chico también se levantó pero lo hizo lento y tranquila.

— Me llamo SeokJin, soy..

— No digas que eres un "worlwide handsome" Jin, la chica no quiere saber eso.

— ¡Omma! Iba a decir que soy nuevo en el vecindario, pero de igual manera soy un worlwide handsome -hizo un gesto coqueto y no pude evitar reír.

— Soy YeWon. Ahora me voy.

— Yeye acaban de llegar ¿Por qué no te quedas?

— Ni madres.

Corrí escaleras arriba, mi abuela odiaba que hable así, más en frente a personas. No quería quedarme.
Por fin me coloqué ropa caliente y cómoda, para luego salir lo más discretamente posible, pero no, acto fallido.

— Shin YeWon, si vas a salir llevas a Jin

— ¡PER-..

— ¡Nada de peros!

— No es necesario, estaba muy feliz comiendo sus galletas, además está interesante la charla.

Mientras SeokJin las distraía alabando sus galletas yo escape, seguro mi querida abuelita me matará luego.
Solía ir a aquel puente a admirar el agua para pasar el tiempo, en verano no había ido, tuve que irme a ver a mi madre en USA y la otra mitad de verano con mi padre a España ¿Tenían que irse tan lejos?
Es la primera vez que vengo después de meses, no había cambiado nada y no veía nada especial, pero lo adoraba.
En una de las barreras de contención cercanas al puente puede divisar a un chico, su cabello era llamativo -verde menta- y su piel tan blanca. Me miró también, pero luego fijó su vista en el agua. Sentí que ya lo había visto, pero a la vez no recordaba.

Hacía tanto frío que mis pies estaban totalmente helados, no sentía el dedo pequeño. Volví a caminar calles de regreso a casa, claro que antes debía pasar por la veterinaria de la señora Yoo.

— Buenas tardes -pasé haciendo sonar la campanita en la puerta, siempre hacía ruido al entrar- ¿Señora Yoo?

— Ah, eres tú YeWon, hace frío para que estés afuera ¿Quieres un té?

— Si, me parece bien -sonreí cálidamente aún haciendo frío- ¿Vino mucha gente hoy?

— No mucha, vendí algunos accesorios para las mascotas, unos abrigos para perro y una chica me consultó sobre un perrito que encontró, lo bueno que el pequeño estaba sano.

— ¿Se lo quedó?

— Si, dijo que se lo quedaría. -sirvió té en dos tazas- mi hijo preguntó por ti.

— ¿Qué? -casi escupo el té.

La señora Yoo era una mujer soltera hace mucho tiempo, ella decidió seguir adelante con su sueño de cuidar animales y así lo hizo. Ella tuvo un hijo "adoptivo". Él chico tenía padres, en verdad es su vecino. Lo "adoptó" ya que él siempre andaba curioseando en su tienda, le tomó mucho cariño. Nunca lo veo mucho, cuando yo vengo él no está, o desaparece. No recuerdo su rostro, pero su nombre es Kim Taehyung.
La señora lo describe como un chico sonriente, con una sonrisa cuadrada y extraña, pero bonita. Dice que es como un niño con voz de hombre y que siempre anda haciendo travesuras, a veces viene con sus amigos y también les tomó algo de cariño, no más que a mí, claro, yo soy YeWon, su segunda hija adoptiva.

— Tae me dió una bolsa de dulces del cumpleaños de su hermano menor.

— Oh, que tierno, siempre te regala cosas.

— No es para mí, es para tí.

— ¿Ah? ¿En serio?

— Le dije que te gustaban los dulces, entonces me dió la bolsa para tí.

No sabía que pensar, no sé si la bolsa de caramelos o Taehyung era más dulce.
Me fui a mi casa con la bolsa en la mano y escuchando música, buscaba de vez en cuando un dulce mientras caminaba.

Abrí la puerta de mi casa lentamente para que mi abuela no escuchara. Fallé en el intento.

— Shin YeWon.

— ¡Abuelita!

Castigada. De todas maneras siempre que me castigaba no me permitía usar mi computadora o el teléfono, así que no me importaba. Mi teléfono es sagrado solo si alguien más que yo -o mi abuela- lo toca, tengo ansiedad cuando cualquier persona lo toma sin permiso, pero no tengo nada que ocultar. Mi computadora portátil, la tengo desde hace años, la uso para hacer mi tarea, escuchar música y varias cosas más, pero no es que la pasé todos los días frente a ella. Cuando mi abuela me saca uno de estos objetos solo salgo a dar una vuelta o me quedo buscando algo entendido para hacer, mirar series o ayudar a mi abuela en las tareas del hogar, no la cosa más maravillosa del mundo, pero es divertido pasar tiempo con ella.

— ¿Entonces SeokJin va a la escuela de chicos?

— Si, pero es un año más grande que tú. -puso el plato de sopa en la mesa- Es muy bueno en la cocina, le gusta el rosa.. -soltó una risa- y por como me contaba sobre sus amigos es como su madre.

— ¿Omma Jin? -dije riendo y ella asintió- me cae bien.

— Deberías ser su amiga, socializa un poco, Won.

— Abuelita, lo que tú no sabes es que este año conocí una chica y estoy intentando tener una amistad.

— Has crecido tanto -bromeo y yo la miré mal- Ya, YeWon te enojas tan fácil.

— Mira quien habla.

Básicamente así eran todas mis cenas con la abuela, como siempre después de eso tuve que lavar los platos.
Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación y simplemente me tiré en ella para envolverme en frazadas.

Voy a morir un rato y renacer en otro día escolar.

...

Be my friend | Min Yoongi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora