Capítulo 12.

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Luciana's POV. 

Caro llegó casi de inmediato después de que yo colgara con Philip y exactos diez minutos después llegó él. El camino fue silencioso e incómodo. Yo iba en el asiento del copiloto y Carolina iba en los asientos de atrás.

En cierto punto, me le quedé viendo a Philip: su ceño fruncido, sus manos en el volante, su imponente cuerpo y sobre todo su pecho. Su pecho me gusta, es trabajado y musculoso, caliente cuando te abraza y sus brazos lo complementan bien. Quise mirar sus ojos pero aquellos lentes de sol no me dejaban ver así que me sentí mal y tuve que voltear a ver por la ventana.

Pensé en Damian. Pensé en sus ojos color miel, su piel tostada, su castaño cabello y su constante olor a cigarrillo y loción. Sus labios carnosos me encantaban y besarle era como estar en el olimpo.

-Tengo que hacer pipí- Habló Carolina cuando íbamos a mitad del camino. Rompió el silencio incómodo de una manera tan chistosa que Philip y yo estallamos en risas escandalosas.- Es en serio chicos, voy a explotar si no lo hago ya. Me tomé dos botellas grandes de agua antes de llegar y...

-T,t.t,t. Caro, de verdad no queremos saber los detalles de porqué tienes que hacer pipí- Philip la interrumpió casi ahogándose de la risa. Soltó una mano del volante para cambiar las velocidades del Volvo y acto seguido posó su mano sobre la mía.

Un punzante nerviosismo se apoderó de mi sistema y quedé en shock pero no fui capaz de retirarla, a lo que el respondió apretándomela sin llegar al dolor físico. Con mi mano libre apreté el botón para bajar la ventanilla, quería que el aire de me desahogase un poco.

El tacto de Philip era arrullador hasta cierto punto, te calentaba un poco en otras ocasiones. Me gusta recordar cuando ambos estamos en su cama, besándonos y tocándonos. él encima de mí, con un brazo rodeando mi cintura y sus sonrisas entre besos. Todo siempre va saliendo perfecto hasta cuando pregunta "¿Estás lista?" y entonces realmente yo lo dudo. No creo estar lista para él nunca.

Pasaron las horas, Philip y yo decidimos estar en paz mientras comíamos e íbamos a sacar los pasaportes y demás papeles y al final todavía nos quedó tiempo para ir a arreglarnos para la fiesta de Lucas.

Siendo sincera me alivia demasiado que Carolina haya estado todo el día con nosotros, pues Philip no se iba a rendir hasta que yo quisiera arreglar las cosas con él. Y volviendo a ser sincera, no quiero arreglarlas por que, sin duda alguna, sigo enamorada de él,  pero el perdonarlo significaría sentirme un poco ( solo un poco) menos atraída por Damian y la verdad estoy comodísima con mi situación actual. Aunque no olvido lo enojada que estoy con Damian.

Mi casa era la que quedaba más cerca de la embajada francesa( para variar), entonces fuimos. Philip ya estaba bastante presentable para la fiesta ( aunque él no sabía que iríamos a una). Caro y yo fuimos a mi habitación mientras Philip jugaba xBox con Miriam. 

-Entonces... ¿Cuál será el primer lugar que pisaremos estando ahí?¿Podría ser la torre Eiffel? 

-El aeropuerto, imbécil- Mientras yo estallaba en risas, Carolina me fulminó con la mirada.

- Eres tan cruel como un rinoceronte.- Volví a estallar en risas escandalosas 

-¿Por qué un rinoceronte? 

-Porque poseen un cuerno terrorífico y ojos malévolos, igual que las botargas.- Carolina describía a un rinoceronte del infierno mientras husmeaba en mi armario y yo me maquillaba. Caro descubrió el vestido súper ceñido color negro. -¿Es el puti-vestido de la fiesta de Ariadne?

-Ajá, es toda un arma cuando quieres ir a bailar, te levanta el trasero como si hicieras mil sentadillas diarias.

-Okay, este me pondré. Quedará fantástico con mi piel blanca pálida y mis nuevas mechas moradas. ¿Cuál te pondrás tú?

Tan Ligeras Cómo el Humo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora