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-Me duele el estómago..-

Dijo por lo bajo, mientras se sentaba en la cama e intentaba quitarse toda pizca de sueño que le quedaba.
Se levantó rápidamente y caminó hacia afuera, esta vez sin que nadie o algo se lo impidiera, felizmente.

Bajó las escaleras, encontrándose con los tres chicos conversando, lo ignoró y siguió su camino hacia la cocina, al parecer no había nada apetecible para él.

Gruñó, abandono la habitación y se dirigió hacia la nevera, sin encontrarse nada para su gusto.

-¿Qué buscas?-
El narcista se acercó hacia el chico, encontrándose con un Tord cerrando la nevera.

-Algo para comer, tengo hambre.-

-¿Quieres galletas?-

-Nah, me duele el estómago y tengo hambre, no me entiendo a mi mismo.-

-Tu pelo esta enredado, ¿desde cuando no te peinas?-
La pregunta hizo que el chico de menor estatura se ponga a pensar, encontrándose con la respuesta después de un par de segundos.

-Desde que destruí la casa.-

-Oh.-
El silencio rodeaba la conversación, pero felizmente desapareció en poco tiempo.
-¿Quieres que te ayude con tu pelo?-

-Por favor.-

[-...-]

-¡Listo! Hice un buen trabajo, ¿no crees?-

-Cuando me pediste ayudarme no me refería a que me hicieras dos coletas de colegiala.-

-Mírale el lado positivo; te pareces a tus monas chinas.-

Operación: Enamorar a Tord .[EW]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora