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El amante de la coca cola le había mordido el cuello.

El chico alcohólico le había mordido el cuello.

El narcisista le había mordido el cuello.

¡Pero es qué esto ya no es normal!
Siempre tenían una excusa para hacer aquella acción, haciendo que esas marcas quedaran por días o meses, haciendo que el chico tuviera que usar vendas, mayormente en el cuello.

Estaba enrollado en su cama, no quería levantarse, pero tampoco quería estar todo el día de esa manera.

'Tord~'

"No ahora por favor."

'Tord~ Hay galletas~'

"No caigas en la tentación noruego hijo de puta, no caigas en la tentación noruego hijo de puta."
El chico tenía hambre.

Sintió como abrían su puerta, haciendo que comenzara a sudar frío y empezara a sospechar levemente quien era.

Edd.

Reconocería ese olor dulce y esa voz algo gruesa por donde fuera, y es que él a sido el que más lo a tentado para que saliera de el cuarto.

Respiraba normal, sentía como el chico se acercaba y le tocaba el hombro, haciendo que este de un pequeño salto de angustia.

Notó que se estaban alejando de donde se encontraba, haciendo que comenzara a respirar bien y comenzará a tranquilizarse.
Cuando por fin se tranquilizo estaba dispuesto a levantarse.

Hasta que alguien se acostó al lado de él bruscamente, haciendo que soltara un grito de susto y comenzará a forcejear por librarse.

-¡Suéltame!-

-¡Bien, bien! Pero deja de golpearme.-

-Cuando pueda salir de aquí te voy a tirar de las escaleras todo el día.-

-Valió la pena.-

Operación: Enamorar a Tord .[EW]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora