Capítulo 1

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Una noche al año, todos los crímenes son legales.

Pero un nuevo régimen anuncia que no será una noche, sino diez.

Noha's POV.

Cogí unos cuantos dulces de la estantería y me dirigí al mostrador para poder pagar el producto. El dependiente mayor cogió cuidadosamente la bolsa de dulces y la pasó por la caja para cobrarla. Le di el dinero amablemente, le di las gracias y me despedí. Cuando terminé, esperé a mis dos amigas en la salida de la tienda. Cuando vi que salían nos dirigimos a nuestra casa.

-Está muy oscuro a éstas horas de la noche. Tengo miedo-dijo Ivana, una de mis amigas.

-Quedan pocos metros para llegar al coche-avisó Tania.

Estaba sacando las llaves del bolsillo de mi chaqueta cuando escucho un pequeño sonido que cada vez va aumentando. Cuando agudizo más el oído me doy cuenta de que ese sonido solo podía significar una cosa. La purga había comenzado.

Me giré para ver a mis amigas inmediatamente pero ellas solo tenían una expresión de sorpresa y miedo en la cara. Durante unos segundos estábamos totalmente paralizadas, hasta que noté como una mano se agarraba a mi antebrazo y tiraba de mi.

-¡Rápido, corred!-exclamó Tania.

Vi como empezaban a correr desmesuradamente y empecé a mirar a todos lados asustada viendo como la gente salía de sus casas con armas y máscaras. Las personas en sus casas comenzaban a cerrar puertas y ventanas. Nosotras solo seguíamos corriendo intentando escapar de esa masacre que se aproximaba. Intentamos encontrar escondites para pasar la noche sin peligro.

Nos dirigimos rápidamente hacia un pequeño hueco en la pared, cuando vimos que había demasiadas personas.

—Podemos escondernos aquí, ¿por favor?—suplicó Ivana. Una señora mayor nos miraba con desconcierto.

—Lo sentimos pero hay demasiada gente y los niños son los mas importantes—la señora nos miro con una mirada decidida pero triste a la vez, no podía creer lo que estaba diciendo aunque sabía que la señora no se iba a retractar de su decisión. En parte lo entendía bien, yo también habría hecho lo mismo por mis hijos o nietos.

Intentamos correr y buscar cobijo lo mas silenciosas que podíamos, pero era realmente difícil.

—¡Rápido por aquí!—susurré fuerte para que me podasen escuchar, miré hacia atrás esperando que me hubiese oído, ellas hicieron un ligero movimiento de cabeza y me siguieron agachadas para tener menos visión a los asesinos que nos acechaban, nos escondimos en un pequeño agujero en una pared de ladrillos, era un poco mas estrecho de lo imaginado pero entramos bastante fácil.

Pasaron las horas y todavía seguíamos escuchando gritos y disparos estábamos muy asustadas y cansadas, quería que fuera un sueño y estar en casa junto con ellas, viendo mi serie favorita arropada con una manta suave y calentita, intento cerrar los ojos y despertarme pero no funciona, sigo en el mismo agujero oscuro de antes miro a mis amigas intentando averiguar algún plan para salir de aquí, debemos llegar a nuestra casa rápidamente.

—Y si intentamos llamar al señor West, tal vez nos ayude—propuso Ivana, el señor West era el capitán de policía y ademas el tío de Tania.

—¡Es cierto! Seguro que el conoce un lugar seguro, vamos Tania ¡Llámale!—Tania cogió rápidamente el teléfono, tan pronto como vimos como la luz parpadeaba, los pocos segundos dejo de parpadear junto con un sonido.

—¡¿Que?! No, no, vamos, ¡no ahora!— Tania maldecía mientras daba golpes al teléfono—¿Porque ahora?— nos miró con una cara abatida y desesperada, solo con verla sabíamos que la batería había muerto, era una completa mierda, solo ella tenia el teléfono consigo, el mio lo dejé en casa cargando y Ivana ni siquiera se preocupaba demasiado por el.

—No pasa nada, tranquila, tendremos que buscar otra opción ... ¿Qué pasa si intentamos volver hacia el coche?—sugirió Ivana, Intento buscar las llaves en mi bolsillo derecho... nada, intento buscar en mi bolsillo izquierdo, solamente pequeños restos de azúcar, el corazón me late demasiado rápido y me paralizo, no puede ser verdad, busco frenéticamente las llaves pero nada.

—¡Mierda! —maldigo, las chicas me miran confundidas, pero a los segundos lo comprenden—¡No me lo puedo creer, se me han caído las llaves corriendo! ¡Joder!

—Se acabó, no tenemos opciones, moriremos en este asqueroso y oscuro agujero- Dijo Tania mientras se recostaba contra la pared. Pasaron unos minutos hasta que vi un refugio más grande al otro lado de la calle, ese sería nuestro escondite mas seguro hasta que acabe la noche.

—¡Hey!— las chicas me miran interrogantes—Mirad allí, hay un refugio mas grande y seguro, deberíamos intentar ir allí—propongo.

—Imposible, esta en el otro lado de la calle, si nos ven acabaremos muertas—Dijo Ivana, tenía razón pero era la única manera de poder sobrevivir a esta puta noche.

—Escuchad estoy harta de estar aquí, y si hay alguna posibilidad de disminuir mi miedo de ser atrapada y sentirme más segura, lo voy a aprovechar ¿entendido?—esta realmente seria, quería que esto terminara ya, me miraron y lo entendieron al instante, asintieron con la cabeza no muy seguras— De acuerdo este es el plan, iremos lo mas sigilosas posibles yendo por las zonas oscuras hasta ese contenedor de allá y cuando no haya tanta gente saldemos corriendo lo más rápido que podamos ¿de acuerdo?

—De acuerdo, estoy lista—dijo Ivana, tenía miedo pero intentaba dominarlo y relajarse.

—Yo también—comento Tania, sabía que tenía miedo pero lo escondía muy bien.

Nos levantamos las tres y fuimos en fila de cuclillas, primero yo, luego Ivana y por último Tania caminábamos lo mas sigilosas posibles y lo mas rápido que podíamos, veiamos como 5 chicas estaban fuera con mascaras, por fin conseguimos llegar al contenedor, nos escondimos las tres.

—Cuando cuenta hasta tres, salimos corriendo lo mas rápido que podamos, ¿vale?—las miré preocupadas, giré mi cabeza inspeccionando bien el terreno, las volví a mirar levantando mi mano y contando con los dedos.

-Tres... dos... un- De pronto escuchamos disparos, nos cubrimos con las manos y la cabeza cabizbaja, cuando de repente escuchamos pasos acercándose, nos abrazamos mutuamente las tres cerrando los ojos, esperando nuestro destino, siento como un cuerpo se para delante de nosotras y me agarro mas fuerte a mis amigas, pasan los segundos y todavía no pasa nada.

Abro los ojos poco a poco, y levanto la cabeza suavemente, cuando miro hacia arriba no me puedo creer a la persona que tengo delante de mi.

—No me lo puedo creer, eres tú—susurro, mis amigas levantan poco a poco la cabeza hasta que ven lo mismo que yo y ahogan un grito, tampoco se pueden creer a la persona que hay delante de nuestras narices.

The Purge [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora