Close to you ||Chittaphon||

07

Había escuchado que habías cortado con Suni.

Según los rumores no podías aguantarla más.

¿Qué pasó exactamente?

Caminé por los pasillos algo desorientada, la noticia me había dejado confusa.

¿Realmente fue eso o solo la utilizaste?

(...)

Al fin lo había hecho.

El hecho de que fuera una persona tan manipuladora había colmado la poca paciencia que tenía.

De repente pensé en ti.

¿Por qué apareces por mi mente en un momento como este?

Suspiré y me dejé caer en una de las sillas de la biblioteca.

Había venido hasta aquí para pensar sobre lo que iba a hacer a partir de ahora.

Te vi entrar.

Parecías perdida.

Te sentaste en una de las sillas unas cuantas mesas por encima de la mía.

Sabía que te gustaba leer.

Sabía que las posibilidades de encontrarte aquí eran muy altas.

Puede que por eso haya venido hasta aquí.

Comenzaste a leer un libro.

Parecía que aún no te habías dado cuenta de mi presencia.

Una pregunta se paseó por mi mente de un momento a otro.

¿Taeyong y tú estabais saliendo?

Miré la mesa intentando reflexionar lo que acababa de pensar.

¿Que tonterías estaba pensando?

Estaba claro que hoy no estaba en mis mejores días.

Seguro que era por la ruptura con Suni.

Aunque ella no me importara en lo absoluto, puede que algo haya afectado a mi cabeza de forma negativa.

Dejé escapar otro suspiro y fui a coger algún libro para disimular.

(...)

Levanté la vista del libro que había empezado a leer.

Te vi leyendo un libro.

¿Qué hacías aquí?

Tu mismo me dijiste que no te agradaba leer.

Me mantuve mirándote un rato, el hecho de que hubieras cambiado de opinión respecto a eso me parecía bastante extraño.

Todo esto me estaba volviendo loca.

¿Qué estaba pasando?

Me centré de nuevo en el libro.

(...)

Fui a reunirme con Taeyong.

Habíamos quedado después de su clase de composición en frente de el portal de la universidad.

Supuestamente él ya estaba aquí, pero no le veía por ningún lado.

Miré hacia mi derecha intentando encontrarle.

Visualicé un banco y me acerqué para descansar sobre él.

Sentí unas manos posarse sobre mis ojos y mi campo de visión se oscureció.

—¿Quién soy? —dijo una voz, estaba claro que la persona que hablaba intentaba que su tono de voz no se reconociera.

—¿Taeyong? —dije sonriendo esperando que la respuesta fuera un si.

—No, no soy Taeyong. —Aquella persona que ahora reconocía como Si Cheng dejó caer sus manos haciendo que volviera de nuevo mi visión.— ¿Qué haces aquí? —prosiguió hablando.

—Estoy esperando a Taeyong. —giré mi cabeza para poder mirarle bien, ya que él estaba detrás mía.

—¿Habéis quedado? ¿Sin mi? —su rostro mostraba confusión.— Y yo que creía que éramos amigos...—luego cambió a un semblante sarcástico.

Taeyong llegó y se sentó junto a mí en el banco.

—¿De que hablabais? —comenzó a decir una vez que encontró la postura adecuada.

—De los malos amigos que sois. —comenzó a decir Si Cheng para luego sentarse también.

—¿Te vas a venir también? —preguntó mirando a este último.

—No, estoy ocupado.

—Entonces, ¿para qué te quejas? —dije haciendo una intervención en la pequeña conversación de los dos chicos.

—Tenía ganas de quejarme.—alzó los hombros en gesto de confusión y se levantó del banco.— Me voy yendo, espero que lo paséis bien, parejita.

Chasqueé la lengua.

Él sabía de más que no me gustaba que dijera eso sobre nosotros.

Si Cheng empezó a reír al ver mi reacción.

Ahora mismo si fuera bruja le lanzaría un mal de ojo, de estos que no se quitan por nada del mundo.

Si Cheng se fue dejándonos solos.

—¿Vamos? —dijo Taeyong levantándose del banco.

Asentí y me levanté también, dejando apoyado de nuevo todo mi peso en mis pies.

—Vamos a por esos batidos.

—He oído que han puesto a la venta nuevos sabores, ¿Vas a pedir alguno de esos?

—Supongo que según los sabores que sean. —dejó escapar una sonrisa y comenzó a andar.

(...)

Me senté en una de las mesas al lado de la barra mientras Taeyong iba a por nuestro pedido.

—Batido de galleta. —dijo poniendo el recipiente de plástico en frente de mi campo de visión para luego sentarse en frente mía poniendo su vaso de igual manera.