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— ¿Qué número es tu habitación? - Miré al chico y luego a los papeles que tenía en la mano.

— Habitación 156.- dijo mientras miraba a las personas que pasaban por nuestro lado.

Comencé a caminar direccion a la habitación, mientras miraba de vez en cuando si el chico distraído me seguía.

— ¿Cuál es tu nombre? -dije cuando me cansé de estar en silencio.

— Lucas

El chico lucia como un extranjero, aunque sus ojos fueran rasgados no parecía como si fuera de Corea.

(...)

Me senté en una mesa de la cafetería, esperando a Taeyong.

Aún no sé habían arreglado las cosas entre nosotros y las personas seguían hablando.

Acabé averiguando la verdad, tú difundiste los rumores sobre nosotros dos, aún seguías queriéndome hacer daño.

¿Acaso ya no era suficiente el dolor?

Observé como el chico se sentaba en frente mía y le agarré ambas manos.

—Siento no haberte creído en aquel momento.

Me sentía muy arrepentida por como traté al chico aquel día, no merecía que le tomara como mentiroso, él nunca miente y siempre está ahí para mi.

Él solo se dispuso a negar con la cabeza durante un rato, parecía como si no tuviera ganar de hablar y se hubiera quedado rayado, repitiendo el mismo movimiento de cabeza una y otra vez, ni siquiera se atrevía a mirarme, solo fijaba su mirada en la mesa.

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— ¿Estás bien? -dije una vez que se quedó quieto, observé directamente a sus ojos, no parecían estar bien, mostraban tristeza y preocupación.

¿Alguien le había hecho daño?

Varios minutos después, me miró y sonrio, intentando parecer tranquilo.

— SunHee... -desvió la mirada una vez que comenzó a hablar, parecía arrepentido de algo. - Por mi culpa vas a tener más problemas... - susurró lo suficientemente alto para que pudiera escucharlo.

— ¿Pasa algo?  -Contesté inmediatamente y acaricié sus manos lentamente, intentando mostrarle seguridad.

— ¿Te acuerdas de la canción que estaba componiendo? Pues resulta que agarraron mi libreta en clases y la leyeron en voz alta... Ahora todo el mundo sabe ... - se quedó en silencio unos segundos y negó con la cabeza.- Mejor olvídalo

Se levantó de la silla y se fue sin más, no se giró hacia mí para despedirse si quiera.

(...)

En los próximos días Taeyong no apareció por la habitación, ni siquiera sabía dónde estaba pasando la noche, simplemente no daba señales de vida.

Uno de los días me crucé con uno de sus amigos, John Seo, al cual le pregunté sobre él, pero solo se encogió de hombros y no respondió a ninguna de mis otras preguntas.

No respondía ni mis llamadas ni mis mensajes, tampoco lo hacía con Si Cheng.

Todos estábamos preocupados por lo que había pasado, y yo aún no comprendía del todo la situación.

Me tumbé en el césped de fuera del campus, donde Taeyong solía estar, escribiendo canciones mientras sentía la brisa del aire golpear su rostro.

Saqué un libro de mi mochila y comencé a leer una nueva historia, hasta que mi teléfono comenzó a sonar.

Agarré mi teléfono a toda prisa al leer el nombre de Taeyong.

— ¿Si? - Sonreí un poco por estar recibiendo una llamada de él al fin.

— ¿SunHee? -preguntó con una voz calmada y sonora.- ¿Puedes dejar de llamarme? No quiero volver a recibir ningún mensaje o llamada tuya, por favor. -Colgó.

Me quedé mirando hacia el frente sin saber que acababa de ocurrir.

¿He escuchado bien?

¿Por qué había dicho eso?

Close to you ||Chittaphon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora