Recomendación: escuchar Love Me Like You Do – Ellie Goulding, creo que esto es lo más cursi que llegare a escribir en mi vida.
14 de febrero, San Valentín, una fecha para festejar el amor, los amigos y porque no, si eres soltero, la compañía de la familia, pero para Hiro, era solo una creación mercantilista, para que los idiotas compraran rosas, muñecos inservibles y chocolates, para Miguel, era un hermoso día, donde él le cantaba al más bello sentimiento, a amar, al calor del corazón, aunque ahora con más razón podía festejar las fechas, compartir ese día, aunque esa persona era una amargada y un día antes el había advertido en que no quería nada de romances ni cosas cursis, que todo eso era una pérdida de tiempo, pero conociendo a Miguel eso no lo detendría.
Ya tenía días planeado esa velada, donde estarían ambos lejos de todos, disfrutando una dulce noche, donde pudieran ocurrir tantas cosas, donde no se detendrían, y Miguel por fin confesaría lo que siente, lo que ha sentido, es verdad tenían una relación algo extraña, peleaban por todo, se reconciliaban de manera salvaje, pero nunca habían hablado con la verdad, todo había iniciado rápido, y seguido con altibajos, pero siempre saliendo adelante.
Asi que aquí estaba, lejos de todos, preparando cada detalle, esperando a la hora para que llegara a quien esperaba desde el momento que despertó.
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Hiro se encontraba dando clases, estaba asqueado de ver a las parejitas cursis, dándole besitos a escondidas como si el no fuera a notarlo, ver tanto globo gigante, tanto olor a flores lo mareaba, pero que podía hacer, era una fecha que todos los jóvenes, el solo suspiro sentando en su cómoda silla, esa era la ventaja de ser un maestro que viene del extranjero, siempre tiene la mejor silla.
Debes en cuando miraba su celular, esperando algún mensaje de Miguel, no porque tuviera el deseo de un mensaje cursi, pero conociendo al mexicano era muy lógico que le mandara uno más en ese día, pero ni un ¨Buenos Días¨, ni su típico ¨¿Cómo amaneció mi chinito hermoso?¨, ya se había cansado de decirle que era japonés, y que no dijera babosadas, pero sabia que por joder Miguel haría lo que fuera, y aunque no lo admitiera, le gustaba.
Dejo su teléfono a un lado, se levantó para ir a ver que hacían los inútiles de sus alumnos, cuando escucho como golpeaban la puerta, diría tocar, pero esos eran golpes, suspiro resignado y fue hasta ahí, abrió la puerta sin decir más, al parecer era otro arreglo de flores para las chicas, porque se vio que estaban animada al verlo, si que era enorme y ostentoso, demasiado colorido, no nomas rosas como los que estaban en el salon, si no lleno de una gran variedad de flores, al verlo recordó a Miguel, que era asi colorido entre un mar de grises, sonrió como idiota al ver el gran arreglo floral.
-Dis...disculpe- hablo el mensajero.
Hiro regreso en sí, al parecer ese día creado por la mercadotecnia y las grandes empresas chocolateras, les estaba afectando ya que su cordura no estaba en sí.
-Si dígame- solo escucho unas cuantas risitas por parte de su alumnado, el volteo a verlo -silencio- volteo a ver al mensajero.
-Busco a un tal Hiro Hamada, en dirección me dijeron que aquí estaba.
Hiro lo miro sorprendido, con los ojos abiertos, porque, nunca espero esto.
-Yo soy Hiro Hamada.
-Perfecto firme aquí- le entrego un formato -y aquí.
Hiro firmo en cada parte que se le indico, tomo el gran arreglo floral, a como pudo cerro la puerta, justamente en la cara del mensajero, si al parecer el golpe le dolería al día siguiente, pero eso era de menos en este momento.
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Higuel ❤️
RomanceTu un estudiante de musica, y yo el nuevo maestro de ingenieria, quien iba a pensar que una simple fiesta nos llebaria a donde estamos, quien iba a creer que por el alcohol, tubiste el valor de acercarte a mi, y yo de aceptar ir contigo, solo tenia...