El Enyerbado.

980 83 52
                                    

El Enyerbado.

Recomendación: ya se la saben mis cuates, o se las cataficcio xDD

Pongan el Rolón cuando les indique.

Nota: este capítulo está basando en uno de mis headcanons, si quieren saber más de ellos búsquenlos en mi biblioteca de trabajos, ahí escribo mis babosaditas de mis bbs hermosos que amo con todo el agujerito negro que está en lugar de corazón.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

-Y Dime Miguel estas totalmente seguro de esto?

Miguel se detuvo un poco de su actividad, estaba colocando la silla de montar sobre el caballo negro, se puso a pensar las palabras que su querido amigo le decía, después de segundos de arduos pensamientos y de casi dolerle la cabeza por ello, volteo a ver a uno de sus mejores amigos, tenia una mirada seria llena de respuestas a tantas preguntes existentes, que su mente y su boca podrían expulsar, contando todas las verdades y secretos universales que podrían ayudar a la mejora de la raza humana.

-Cuando he estado seguro de las babosadas que hago en mi vida.

Olvídenlo, de la boca del Rivera tal vez nunca saldrían cosas de genios mataditos con cerebro que tienen un iQ de más de 237, como las que salían de la boca de Hiro Hamada-Rivera, el profesor que se terminó casando con el idiota de su amigo.

-Tiene un punto a su favor.

Miraron a Marco quien solo miraba uno de sus amigos rezongar, y al otro apretar el cincho de aquella silla de montar, tenia que estar bien apretada para que la silla no resbalara y ocurriera un accidente, como muchas veces cuando era pequeño y estaba aprendiendo a montar.

-Exacto, ¿crees que estaba seguro la vez que le hable y lo saque a bailar? Estaba pedo.

-Y terminaste cogiéndotelo en mi cama... MI CAMA RIVERA, PORQUE NO LA DE MARCO.

-La tuya estaba más cerca.

Tomo el freno, los pretales y las riendas, que estaba colocadas en el escritorio de aquel salon, si, si no lo han notado, Miguel se encontraba en un salon de su universidad con un caballo preparándolo para montar en unos minutos, sus amigos a su lado apoyando sus babosadas, que aún no entendían porque lo hacían, pero sabían que esto terminaría en que el chino lo golpearía, o lo más seguro es que terminarían follando en algún lugar cercano, aun podían jurar que su hija había sido concebida en uno de los salones de las instalaciones, pero ese es otro tema del que se hablara otro dia.

-Y Nana?

-Con Tadashi, le pedi de favor que la cuidara.

- ¿Está al tanto de esto?

-Desde la boda improvisada en San Fransokyo, donde ambos estábamos bien pedos, apoya cada cosa que haga para torturar a su hermano, creo que quiere cobrar venganza por la vergüenza que le hicimos pasar aquel dia.

Aun recordaba su hermosa boda, el dia en que se unió en matrimonio con el japonés, bueno ambos terminaron presos por indecentes, como era de costumbre (si, esa no era la primera vez que los detenían por demostrarse su amor en público, mientras estuvieron en San Fransokyo, era algo que ocurría por lo menos unas dos a tres veces por semana), pero era feliz, estaba casado con el amor de su vida, y ahora tenían una hermosa hija, que por un milagro científico del cual nadie entendía y les daba flojera investigar, pudieron concebirla y tenerla entre sus brazos, a pesar de aquel dia en el hospital, donde el protegió con su cuerpo a las dos personas que más ama en el mundo.

Bueno dejo de lado ese feo recuerdo, continuando con la preparación del caballo, aún faltaba que él se vistiera, claro que no usarías sus típicos pantalones de mezclilla rotos y sus botas cafés sucias, ese día, usaría algo más formal y elegante.

Higuel ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora