Vente Pa' Acá

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Recomendación: creo que ya no pondré esto, o tal vez sí, pues ya saben lo que en cada cap. pongo, escuchen Vente Pa' Acá -Ricky Martin... ay noma ese cumbion.

Celoso el, no para nada, solo quería matar a la tipa que se le restregaba a Miguel, y este no hacía nada, ni intentaba alejarla, la dejaba ahí, que hiciera lo que quisiera, mientras lo miraba con malicia, si esto se esto se había vuelto una guerra en la que Hiro saldría victorioso.

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Hiro estaba parado frente al espejo de la habitación, de la recamara de Miguel, en la casa Rivera, se acomodaba el nudo de la corbata negra, estaba tan concentrado en lo que hacía que no se había dado cuenta que su novio tenía ya un aproximado de 40 minutos mirándolo, sin decir ni una palabra, ni moverse.

-Mucha...

Hiro volteo a ver a quien le hablaba, Luisa la mama de Miguel, su suegra, una mujer a la que consideraba su madre mexicana, cuando volteo se dio cuenta que ahí estaba Miguel parado aun sin parpadear.

-Sucede algo?

Pregunto Hiro ignorando por completo a su novio, volviendo a terminar de acomodarle la corbata, y tomar el saco negro que debía usa, la pregunta se dirigía hacia su suegra, pero el cerebro del mexicano tenía otros planes.

-Que ya tenemos que irnos, si no te arrancaba el traje.

Todo quedo en silencio, Hiro dejo caer el saco negro al piso de golpe, volteando de repente, con la cara completamente roja.

-EN SERIO MIGUEL FRENTE A TU MADRE.

El mexicano volteo y le sonrió a su mamá, la señora solo se rio, por los comentarios de su hijo y reclamos de su yerno.

-Aún tenemos tiempo?

- ¿Unos cuantos minutos hijo, por qué?

-Porque necesito una ducha fría.

Hiro no soporto más, tomo lo primero que encontró, estaba dispuesto de lanzarle algo a la cara, pero se detuvo, no podía hacer eso frente a su suegra, ya cuando estuvieran solos, era suficiente con aquel momento incomodo en que ambos pelaron como gatas fuera de la casa, no quería volver a pasar por lo mismo.

-Nos vamos en 5- Luisa soltó una leve risita y se retiró.

-Ahora si cabron.

Hiro le lanzo con una almohada, no quería quebrar nada, había sido suficiente la vergüenza que paso de tener que reparar la cama una vez, y más tener que dar una explicación coherente y no vergonzosa de lo que paso para terminar reparando una cama.

Miguel esquivo la almohada y llego hasta donde estaba el japonés parado, parándose detrás de él, abrazando por la cintura.

-Porque te enojas, si en verdad no tuviéramos que ir, te quitara todo esto y no te dejaba que salieras de esta habitación, y tendrías que reparar la cama otra vez y reforzarla.

Hiro estaba más sonrojado, intentando soltarse del agarre de su novio.

-Pero estaba tu mamá, con un simple luces bien.

-Un simple luces bien- aflojo un poco su agarre para que Hiro volteara y ambos quedar frente a frente- no sería suficiente- no dudo ni un segundo en posar una mano en el trasero de su novio.

-Nos están esperando deja las tonterías para otro momento.

-Acaso son tonterías lo que hacemos.

Hiro lo miro, era una pregunta capciosa y la conocía muy bien, él se la había enseñado hace tiempo.

-No amor- sonrió con picardía, acercándose al moreno, notando como cerraba lso ojos, listo para recibir un beso- pero, debemos irnos.

Higuel ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora