S(he) » Yoonmin.

2.

Apenas habían pasado quince minutos de mí usando la falda y ya la odiaba. Quería mis pantalones de siempre. Además que no podía quitar mis manos de la tela, ya que se levantaba por el viento. 

Jungkook y Taehyung se encontraban detrás de Hyuna y de mí, «protegiéndonos» de las miradas pervertidas que nos pudieran dar. Pero podía escuchar sus risas de burla. 

Respiré hondo, pensando que podrían llevarme a la cárcel si los tiraba contra un coche. Pero aún así, les daría un golpe luego. Y bien merecido.

Veía a Hyuna caminar con suma normalidad, por más que la falda se levantará un poco por el viento. Quise sentir su misma seguridad. Espero algún día poder sentirme así, iba a ser un largo año escolar... 

Cuando llegamos a la entrada del instituto, mis nervios aumentaron. Podía reconocer a varios de mis compañeros y había bastantes de años anteriores que conocía, así como también caras nuevas. ¡Me tocó hacer la maldita apuesta justo en mí último año escolar! 

Calma, Jimin. Respira. Que no te dé un ataque ahora mismo. Respira.

Reconocí a varias personas que me molestaban, esos malditos idiotas. Y sí, me estaban viendo. Pero ya no con odio. Bueno... quizás ser Chaerin podía ser bueno. Me libraba de su maldito bullying. 

Y mis ojos seguían recorriendo el lugar. En mí interior lo negaba, pero en realidad lo buscaba a él. La razón por la que estaba siendo Chaerin. 

Min Yoon Gi. 

Pero no lo encontré. No se encontraba en la entrada. 

Suspiré pesado y giré a ver a mis amigos. 

—Debo ir a la secretaria. Nos veremos en diez minutos. 

Los tres asintieron y se quedaron un rato más afuera, como aún no tocaba el timbre de entrada pues... teníamos permitidos quedarnos ahí. Aún así, mordiendo mi mejilla izquierda, subí los escalones hacía la puerta, empujándola y entrando a lo que sería mi infierno.

Conocía aquellos pasillos de memoria. Pero quedaría raro que una «chica nueva» como Chaerin los conociera. 

Mis ojos captaron una persona conocida. Jung Hoseok. Sabía que era uno de los amigos de Yoongi. Siempre estaban juntos. ¿Sería buena idea...? Hoseok me hablaba. Él era una buena persona, reía mucho, sonreía mucho, tenía una gran personalidad. Había sido de los únicos que no me hacía burla por mi diente chueco. Es más... una vez me dijo era tierno por eso. 

Por favor. No me reconozcas...

Carraspeé un poco y me acerqué a él. Oculté mis manos sudadas en la parte detrás de mi espalda y cuando sus ojos se clavaron en los míos, me sonrió un poco. Claro, Hoseok le sonreía a todos. 

—Disculpa...—traté de hacer mi voz lo más femenina posible, aunque aquello no fue imposible ya que mi voz era... ligeramente aguda. Así que no estuvo tan mal.

—¿Sí? ¿Necesitas ayuda?—Su sonrisa se ensanchó, dejando ver sus dos hoyuelos. 

Oh... su sonrisa es contagiosa. Y bonita.

—Soy nueva. Shin Chaerin, mucho gusto—hice una reverencia

—Un gusto, Chaerin. Yo soy Jung Hoseok. Puedes decirme Hobi. 

Le iba a contestar pero entonces escuché una voz, una voz que conocía muy bien. Me quedé congelado en el lugar.

—Hoseok. ¿Dónde demonios estabas? Fui a buscarte al departamento—Ahí estaba. Yoongi.