S(he) » Yoonmin.

1.

Me apliqué lápiz labial rojo en mis labios gruesos y me miré por última vez en el espejo, viendo como mis mejillas se tornaban sonrojadas por como me veía. 

La peluca rubia bien incrustada en mi cabeza, arreglé mi camisa blanca de instituto y la falda azul oscuro. Suspiré. Nunca me sentí tan incomodo en mí vida.

¿O tendría que empezar a referirme a mí como ella ahora?

Mis ojos marrones observaron mí imagen en el espejo. Lo único que me podría delatar que era él era la nuez de adán, pero aquello estaba bien oculto con los botones de la camisa, aparte de la corbata que debía usar, tanto en hombre como en mujer.

Observé el resto de mí cuerpo. Parecía que tenía pechos, gracias al sujetador que me había comprado Jungkook y gracias a las gomas de plástico que me había dado Taehyung. Jodidamente incomodo. Podía sentir como se me pegaban en la piel. 

Mis piernas, depiladas, ocultas en unas medias negras que seguían por debajo de la falda del instituto. 

Tomé la bolsa de maquillaje que me había prestado Hyuna y me apliqué mascara de pestañas, para luego hacer un suave delineador. Había estado practicando toda una semana para que aquello me saliera bien. 

¿En qué momento llegué a esto?

De Park Ji Min, pasé a ser Shin Chae Rin. 

Sabía los dos culpables de todo ésto. Lo sabía muy bien. Mis dos mejores amigos, Jungkook y Taehyung. Dos idiotas. Pronto dejarían de ser mis amigos. Claro, si hoy sobrevivía. 

Me senté en la cama, para colocarme las botas que Hyuna me había regalado, ya que ella se había comprado unas nuevas. Suspiré y negué con la cabeza, también había estado practicando durante toda la semana cómo caminar con tacos. Aún podía recordar las risas de Jungkook y Taehyung al verme caerme los primeros días, también recordaba los regaños que le había dado Hyuna.

Todo por una maldita apuesta. Mis dos mejores amigos no tuvieron una mejor idea que hacerme una apuesta dos semanas antes de empezar el instituto nuevamente. 

Debía conquistar a Min Yoon Gi siendo mujer en lo que quedaba del año escolar. 

El problema... es que Min Yoon Gi era el chico más antisocial y más reservado de nuestra clase. Y, aparte, problemático. Yo ya lo conocía, habíamos ido al mismo curso desde que me mudé de Busan. Sabía todo lo que era Min Yoon Gi, lo conocí teniendo once años y ahora ambos teníamos diecisiete. 

Y no sé si era bueno o malo... pero Min Yoon Gi no me conocía. Bueno, no conocía a Jimin ni a Chaerin, las dos partes, ahora, de mí. Quizás era mejor si no me conocía como Jimin, así no me reconocería. 

Me miré una última vez en el espejo, para suspirar suavemente. Ni yo me reconocía. Negué nuevamente con la cabeza. Los nervios me carcomían. 

Menos mal que mi mamá se encontraba en Busan ahora mismo. No quería que viera como su adorado varón pasó a ser la niña que tanto había deseado su estúpido padre. 

Bueno... creo que te cumplí el sueño, padre.

Saqué mi móvil para mandarle un rápido mensaje al grupo que tenía conformado con mis tres únicos amigos. 

«Los veré en la esquina del Starbucks, antes de entrar.»

No esperé contestación y tomé el bolso negro junto con la chaqueta del instituto, saliendo de mi habitación para luego salir del pequeño departamento que estaba rentando. Saqué los auriculares para conectarlos con mí móvil e ir escuchando algo de música en el camino, quizás así me olvidaría los nervios que estaba sintiendo ahora mismo.

A los diez minutos, ya me encontraba en la esquina de Starbucks, esperando a mis tres mejores amigos. Suspiré y crucé mis brazos. Podía sentir la mirada de varias personas sobre mí y aquello solamente me ponía más nervioso. ¿O nerviosa? ¡Ya no sé!

Escuché la risa característica de mi mejor amiga, Hyuna. Giré la cabeza hacía el sonido y observé a las tres personas que se venían acercando, hablando entre ellos. 

Kim Hyuna. Su cabello pelirrojo, estaba en una cola alta por encima de su cabeza, llevando el mismo uniforme que yo. Salvo que su bolso era de un rosa bastante chillón. Kim Taehyung. Tenía el cabello de un castaño claro. Y Jeon Jungkook. Que llevaba su cabello castaño oscuro. Ambos chicos llevaban la camisa blanca con corbata azul, los pantalones azules y unos zapatos negros. Observé que Jungkook llevaba la mochila de Taehyung por él.

Me pasaron de largo.

Giré los ojos y me acerqué a ellos.

—Hola.

—Hola, bonita. ¿Estás perdida?—escuché que me dijo Taehyung. 

La mirada de odio que le di... hasta a mí me hubiera dado miedo.

—Soy Jimin—susurré bajo, para que solo ellos tres me escucharan. 

Mi trío de amigos me observaron de pies a cabeza. Hyuna fue la primera en aplaudir y abrazarme. 

—Por fin tengo la amiga que siempre quise. 

—Eres una tonta—le regañé pero aún así la rodeé con mis brazos en un simple abrazo. 

Taehyung y Jungkook no habían dicho nada. 

—¿Qué les pasa? ¿Les comió la lengua los ratones?—alcé una ceja y negué con la cabeza—. Por cierto... a partir de hoy me tendrán que llamar Chaerin en el instituto. 

—¡Cumpliste la apuesta!—dijo Taehyung sorprendido. 

—¿En serio eres Jimin?—dijo en cambio Jungkook, acercándose a mí y tomando mí mejilla para pellizcarla un poco. Golpeé su mano. 

—Claro que soy Jimin, pedazo de idiota. 

—Olvida a Yoongi, ven conmigo—dijo mientras trataba de tomar mi mano pero simplemente me alejé de él. Taehyung le pegó en la nuca y Hyuna soltó una carcajada. 

—Vamos... llegaremos tarde y no queremos que Chaerin dé una mala impresión al ser la nueva—dijo mi amiga mientras ocultaba una sonrisa. 

Tomé aire para soltarlo lentamente, a la vez que los cuatro empezábamos a caminar hacía el instituto. 

Sería un largo día.