10.

943 169 92
                                    


—¿Puedo hablar contigo unos segundos...?—Yoongi me sorprendió con aquella pregunta al final de las clases. 

Los dos meses habían pasado de inmediato y realmente no había pasado nada interesante. A veces hablaba con él pero nada de otro mundo. Donde más lo veía era cuando practicábamos para el Basquet. 

—Claro, Hyung.—Respondí. Saludé con mi mano a mis tres amigos, ya que ellos se iban al lado contrario. Me sorprendió no ver a Hoseok con Yoongi, pero lo agradecía. 

¡Qué mejor que pasar tiempo a solas con Yoongi, aunque sea unos pocos minutos! Me sentía demasiado tonto por valorar los pocos momentos que tenía con él... pero era lo que había. 

—Te invito un café.—Dijo mientras comenzaba a caminar, sin esperar contestación alguna. Fruncí un poco los labios mientras lo seguía, casi trotando, hasta llegar a su altura. 

—Hyung... ¿está todo bien?—No pude evitar preguntar al verlo callado. Era cierto que Yoongi nunca había sido gran conversador, pero ésta vez parecía... nervioso por algo.

Pude sentir su mirada de reojo pero no contestó nada. Suspiré, resignándome. Supongo que sabría lo que tendría que decirme en la cafetería. Quizás solo quería mis apuntes de matemática o que le ayude en alguna materia. 

Al llegar a la cafetería, abrió la puerta dejándome pasar primero, le agradecí en voz baja mientras nos acercábamos al mostrador. 

—Un café.—Escuché que dijo.— Escoge lo que quieras, ésta vez invito yo. 

¿Ésta vez...? ¿Eso podría decir que podría haber más de una vez...? El tan solo pensarlo me dejó demasiado nervioso y ansioso. 

—Yo...—Empecé a ver la variedad de las tartas que había, sabiendo que tenía que controlarme por la dieta pero poco me importó.— Quiero un trozo del pastel de frutillas y un café. Gracias. 

El chico que atendía nos lo puso todo en una bandeja, yo la tomé en mis manos mientras Yoongi pagaba y me señaló una mesa, bastante alejados de las personas. 

Dejé la bandeja sobre la mesa mientras acomodaba mi mochila junto con mi abrigo en la parte de atrás de la silla. Me senté, dándome cuenta que Yoongi ya había tomado asiento y cuando quise tomar el tenedor para tomar un poco de la tarta de frutillas, sus dedos me lo robaron, tomando un poco de la tarta para luego llevarla a sus labios, saboreando aquello.

—Entonces... ¿cómo estás, Jimin?—preguntó una vez terminó de tragar.— O debería decir... ¿Chaerin?

S(he) » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora