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—¡Chaerin! ¡Chaerin! ¡Aquí!—Escuché la voz de mi mejor amigo; Taehyung, llamándome, cuando rebotaba la pelota de basket en mis manos. Lo busqué rápidamente con los ojos y lo observé solo en una esquina. 

Me acerqué lo más rápido que pude, evitando chocarme con mis demás compañeros y cuando estuve seguro que la podría atajar, se la pasé. 

Él la tomó con sus manos sin dudarlo y en un segundo la mandó directo a la red, entrando de una sola. 

—¡Sí!—Escuché su grito de victoria mientras se acercaba a mí y me tomaba de los pies, alzándome, haciendo que soltara un grito de sorpresa pero aún así reí. Taehyung era muy efusivo. 

Chocamos puños una vez me dejó en el suelo y seguimos con el juego. Estábamos ganando por pocos puntos, así que en cualquier momento seguro ellos nos pasarían. Suspiré un poco mientras buscaba alguna botella de agua y bebí rápidamente, mandando una mirada a Yoongi.

Éste se encontraba estirando sus brazos en el aire, haciendo que sus músculos se contraigan. Lamí mis labios sin poder evitarlo, deseando que sus brazos me rodearan y me tomaran. 

Mierda. Cálmate.

—La próxima, pásamela a mí.—Me dijo. Solo pude asentir mientras mantenía mis ojos en los suyos. 

Una vez más en la cancha, primero la tomó Jungkook. Sin pensarlo dos veces, me dirigí a él. Se detuvo unos segundos para verme y sonrió lentamente. 

Maldito arrogante. 

Juguemos, Kookie.

Pasé mi lengua por mis labios y luego le lancé un beso, haciendo que él frunciera el ceño y se desconcentrará. Sonreí por mis adentros y le quité la pelota. 

—¡Eso fue trampa!—Escuché como se quejará. Y pude escuchar la risa de burla de Taehyung.

Corrí lo más rápido que pude, buscando con mi mirada Yoongi, que ya se encontraba cerca de la red. Hizo un movimiento de manos y dedos, explicando que se la pase por abajo. Asentí y reboté la pelota contra la cancha, esquivando a mis compañeros. 

Tomé una respiración profunda antes de estar a un metro de él y se la pasé por abajo, evitando que uno se lo quitará. Me sonrió en contestación, haciendo que mi corazón latiera rápido, y sus ojos buscaron la red. Un movimiento de mano para encestarla. 

Y entró.

Taehyung aplaudió y Yoongi se acercó a mí, sonriendo. Mi estomago dolía de todas las mariposas que estaban emocionadas. 

—Estuviste bien, casi a la altura de Jimin.—Dijo, mientras me mostraba su puño para que lo chocara.

¡Me está mostrando su puño! 

Tragué algo nervioso y dirigí mi puño hacía el suyo, chocando levemente. Observé su sonrisa antes de alejarse. 

Sin duda, íbamos avanzando.

S(he) » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora