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Una semana había pasado ya desde el primer día de clase. 

Una semana y yo, como Shin Chaerin, aún recibía miradas en el pasillo. Odiaba aquellas miradas, odiaba que se me quedarán viendo y más si eran las chicas, ya que ninguna mirada era buena... eran todas de envidia. O eso me había dicho Hyuna, ella sabía de esas cosas. 

Me encontraba yendo al vestuario de las chicas con mi mejor amiga y, no voy a mentir, me encontraba terriblemente nervioso. Apreté mi bolso de gimnasia en mis manos pensando que vería a muchachas en ropa interior. Y no, no era nada lindo de ver. Al menos no para mí. 

No es como si no hubiera chicas en ropa interior... Hyuna, cuando se quedaba a dormir en casa o nos juntábamos los tres, dormía en ropa interior. Pero Jungkook, Taehyung y yo ya nos habíamos acostumbrado a tratarla como una hermana. Ninguno de los tres tenía deseos hacía nuestra amiga. Al menos, yo no. Ya que claramente, era homosexual. 

Y no, no le ponía nervioso el ver cuerpos de chicas, ya que sabía que aquello no le causaba nada. Pero claramente se ponía más nervioso el saber que tendría que desnudarse frente a ellas y más sabiendo que no era realmente una mujer. Según Hyuna había compartimientos aparte, así que aquello lo agradeció de primeras. 

Cuando finalmente llegaron al vestuario, solo se encontraron dos chicas. Las reconocía, Joy y Yeri. Ambas iban al mismo año que él, pero nunca había intercambiado más de tres palabras... a no ser si era para trabajos en grupo. 

Las dos chicas nos observaron a Hyuna y a mí pero rápidamente volvieron a hablar entre ellas. Hyuna fue a su locker y yo me situé al lado de ella, ya que había uno disponible. Empecé a guardar mi mochila y abrí el bolso de gimnasia, sacando la ropa del colegio para las actividades de educación física. 

Le dí una mirada significativa a mí amiga—el conocernos por tanto tiempo nos había hecho poder comunicarnos con el otro sin abrir la boca— y tomando la ropa que me colocaría, me dirigí a uno de los compartimientos, cerrándolo a mi espalda.

Me apoyé en la pared para respirar hondo y empezar a sacarme el uniforme escolar para reemplazarlo por la ropa de gimnasia. Solo era una camiseta, ahora de mangas largas por el invierno... aunque era obligatorio usar short; que me llegaban bastante arriba de las rodillas, a la mitad de los muslos. Mis mejillas se encendieron, pensando en que mirarían mis piernas y rápidamente me puse las medias que me quedaban debajo de las rodillas, para luego ponerme las zapatillas deportivas. Como pude, agarré el cabello de mi peluca rubia para hacer una cola alta en mí cabeza y suspiré. 

Tomé aire y salí del compartimiento, con el uniforme en mano, doblándolo correctamente para guardarlo en el locker. Hyuna se estaba terminando de poner la camiseta cuando me observó, haciendo una pequeña sonrisa. En ése instante solo se encontraba Joy con nosotros. 

—¿Ya elegiste tú materia especial?—me preguntó Hyuna, recogiendo su cabello pelirrojo en un alto moño. 

—Baile—respondí mientras le sonreía—. ¿Tú?

—Estaba entre baile o música—respondió mientras comenzaba a caminar, para salir de los vestuarios. Por instinto la seguí—. Al final, me decanté por la música.

—Yo también hubiera elegido música—susurré bajo, para que solo ella me escuchara—, pero ya sabes... no quiero que me reconozcan por la voz.

Hyuna asintió, dándome a entender que sabía a lo que me refería. Desde primer año que siempre pedía de materia especial la música, ya que realmente disfrutaba mucho cantar y según la gente... lo hacía bien. Pero aquello ya era un problema, ya que la mayoría del coro escolar ya sabía reconocer mi voz a la hora de cantar y por más que iba extrañar mucho aquello... el baile tampoco se me daba mal, había ido seis meses a esa clase por puntos extras y me había gustado. Además... Hoseok era el bailarín principal y él me había dicho que no lo hacía nada mal.

—Creo que Jungkook también pidió baile.

—Jungkookie siempre pide baile—respondí enternecido, le encanta bailar—. Ésta vez vas a tener que aguantar a Tae tú sola en música.

—Ya estoy sufriendo—dijo Hyuna riendo, haciendo que me contagiara su risa. 

Cuando llegamos al patio, el frío infernal se hizo presente. Me crucé de brazos y suspiré un poco, observando a los de mi curso. Hyuna y yo nos acercamos a Jungkook y a Taehyung, que se encontraban en la banca hablando. Cuando nos vieron, nos dedicaron una de sus hermosas sonrisas. 

—¡Pero si son las chicas más lindas del lugar!—dijo Taehyung mientras se acercaba a mí y ponía un brazo sobre mí hombro. 

—Cuidado con mí novia—dijo Jungkook, tratando de sonar serio pero aún así soltó una carcajada. 

Le golpeé a Taehyung con mí codo mientras Hyuna le golpeaba en el hombro a Jungkook.

—Y también la más agresiva—dijo Taehyung viéndome divertido—. Grr, gatita.

—Idiota—lo empujé un poco pero él tomó mis piernas rápidamente levantándome sobre su hombro, haciéndome gritar de la sorpresa—. ¡Kim Taehyung te ordeno que me bajes ahora mismo!

Escuché las tres risas de mis amigos y el sonido de una foto. Oh, no.

—¡Dime que no lo hiciste, Jungkook! Si sacaste una foto, voy a matarte...—dije mientras empezaba a patalear en los brazos de Taehyung y pegándole en la espalda—. ¡Ya, suéltame!

—Perdóname, amor—escuché el tono divertido de Jungkook.

Cuando sentí que Taehyung me dejó en el suelo, puse mis dos manos sobre sus hombros para estabilizarme un poco y luego empecé a golpear ligeramente sus brazos a la vez que él reía. 

Después sentí unos brazos rodear mí cintura y levantarme en el aire, sacándome otro grito de sorpresa. Escuché la risa cálida de Jungkook en mí oído. Y luego ligeros besos en mi mejilla. 

—¿Qué haces...?—susurré, sintiéndome completamente sonrojado. No era la primera vez que me hacía eso, claro... jugábamos mucho, pero aquello me había tomado completamente desprevenido.

—Yoongi nos está viendo—susurró en mí oído, para luego volver a dejarme un pequeño beso en la mejilla nuevamente—. Te estoy ayudando a que tenga celos, ya luego me lo vas agradecer. 

Puse mis manos sobre las de mi amigo para separarme un poco de él y observar el lugar. Jungkook estaba en lo correcto. Yoongi, que no se encontraba a más de dos metros de nosotros, se encontraba sentado en la banca hablando con Hoseok, que se encontraba parado. Aunque Hoseok hablaba animadamente, Yoongi no le prestaba atención. Estaba observándome.

Aquello hizo que mis mejillas se pusieran más rojas y giré sobre mis talones, hacía Jungkook, que me miraba fijamente con una pequeña sonrisa, me guiñó el ojo, haciendo que se me escapara una suave risa. 

—Supongo que le cumplimos el sueño a tú padre, tienes una novia—susurré, haciendo que él se mordiera el labio y negara con la cabeza.

—Ya quiero presentarte a él, a ver sí así me deja de molestar con su estúpido comentario de «¿Y cuándo una novia, hijo?».

—¿En serio te sigue molestando con eso?—preguntó Hyuna, enojada. El año pasado habíamos ido entre los cuatro a Busan y cuando el papá de Jungkook vio a Hyuna, le molestó durante muchas horas diciendo que su hijo era un inservible por no haber traído una novia.

El comentario que más nos había enojado a los cuatro, había sido «No me salgas maricón como tú primo, Jungkook.»

Por el padre de Jungkook tenía miedo de decirles a los míos mi sexualidad.

S(he) » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora