- VIII -

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Alec

Llevo una semana en el hospital, no sé si sea por la falta de caricias de Magnus para no herirme, por si se le pasa la fuerza, o si es mi lobo interno que se siente enjaulado en ésta habitación.

De cualquier forma me estoy desesperando cada día más.

El doctor dejó entrar a Cat y nos hemos vuelto más cercanos en éstos días, me ha ayudado a sobrellevar toda la situación y Magnus la deja estar a mi lado sin ningún problema.

– Parece que el cachorro crecerá rápido y fuerte, tú alfa es uno muy potente. – Dijo el doctor después de ver unos resultados que me hicieron.

– ¿No sabe cuándo podría ser la fecha del parto? – Preguntó Cat emocionada.

– A principios de septiembre, pero tienes que venir a checarte cada semana. – Voltea a verme seriamente. – Como dije, tu alfa es muy potente, el cachorro puede ser un omega y no causar tantos conflictos, o puede ser todavía más fuerte que el padre alfa, y te puede poner muy débil.

Magnus me da un ligero apretón en la mano.

Sé que está preocupado, porque siendo sinceros, sí, soy un niño aún y tener un cachorro con mi organismo, es peligroso, pero no me interesa, lo quiero y sé que Magnus también.

– Hoy te daré de alta, tu revisión es el lunes. – El doctor se va después de que todos asentimos.

– Que emoción, te vas a ver súper lindo embarazado. – La felicidad de Cat es contagiosa, tanto que nos habíamos olvidado de la razón por la cual estamos aquí.

– ¿Estás bien Alexander? – Me pregunta Magnus después de ver mi cara de preocupación.

– Sí, es solo... Tengo miedo... Valentine está encerrado, pero aun así no me siento seguro. – Toco mi vientre, aunque aún no tengo ni un bultito, nace mi instinto protector.

– No te preocupes, haré todo lo que me pidas, si quieres irte a otro lugar, conseguiré uno totalmente seguro. – Me dice con una sonrisa.

– No, no me quiero alejar de tu lado. – Prefiero enfrentar mis miedos que vivir con el terror de no despertar a lado de Magnus.

– Que tierno eres cachorro, recuerda que puedo escuchar tus pensamientos. – Me da un casto beso y alcanzo a escuchar un 'oww' de parte de Cat. – De acuerdo, veré qué hacer, mantente tranquilo.

– ¿Y-yo puedo e-estar con Alec? – Al final Magnus sigue dando miedo y Cat hace un ligero temblor cuando le pregunta.

– Si Alexander lo quiere así, sí. – Cat me abraza y siento que todo estará mejor ahora.

Después de darme de alta del hospital, volvimos al edificio Bane.

Todo estaba limpio, las paredes y el piso fueron limpiados. Algunos guardias eran nuevos y otros ya no estaban, pero definitivamente había más seguridad. 

La oficina de Magnus estaba totalmente nueva, habían pintado las paredes de un azul lindo, había una cama esquinada y otra puerta que al parecer conectaba al que se suponía era nuestro cuarto.

– ¿Otra cama? – Pregunto dejando mis papeles sobre ésta.

– Ah, sí... Quiero que estés aquí cuando trabaje, quiero verte todo el tiempo. – Me abraza por atrás y coloca sus manos en mi estómago. – Cuando otras personas vengan y quieres más privacidad, te vas a nuestro cuarto.

Siento un hormigueo extraño en mi estómago por lo feliz que me siento, y creo que más abajo también.

– Hey ustedes, felicidades futuros padres. – La voz de Ragnor me distrae de mi posible excitación. – ¿Te sientes mejor chico?

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