3 años después
Alec
Mi corazón está a punto de salir de mi pecho, no puedo creer que ésta persecución no haya terminado después de correr por todos lados. Magnus no está y no me puede ayudar.
A estas alturas estoy más que cansado.
Mí oído se agudiza, tratando de escuchar siquiera una vibración en el suelo, pero nada. No me voy a preocupar porque sé que todo saldrá bien.
– ¡Ja! Ahí estás pequeño travieso.
Después de perseguir a Raphael por toda la casa lo pude encontrar debajo del sillón.
Desde que pudo transformarse, no para de hacerlo. Siempre dice que practica, para cuidar a su hermanito para siempre, es bastante veloz y con los pequeños colmillos que tiene ya puede morder muy bien.
Saliendo debajo del sillón, menea su colita, es un precioso lobezno gris oxford, tiene los ojos negros, es bastante serio con todos como Magnus, pero con la gente que conoce bien, puede llegar a ser muy tierno.
Se ha dado unas muy buenas peleas con Magnus por nimiedades, ser alfas los hará chocar una que otra vez en el futuro pero mi alfa no lo podría amar más de lo que ya lo hace.
Cargo a mi hijo mientras que regresa a su cuerpecito normal, para por fin lograr meterlo en la bañera, no puedo creer que me haya agotado un niño de tres, casi cuatro años.
– Yo quería esperar a papi y max transformado para enseñarles mi gruñido. – Me dice tiernamente con un gran puchero.
– Les puedes enseñar hasta a Simon, Cat y sus parejas cuando vengan, pero ya bañado cachorro. – Lo coloco en la ahora fría agua, pero no importa, su temperatura la calentará.
Por lo general las trasformaciones suceden después de los cinco años, pero Rapha se había adelantado cuando cumplió tres años, el doctor había dicho que era un alfa especial.
Podría pasar lo mismo con Max, siendo un omega muy especial. No me importaría si se tarda en transformarse, es hermoso de antemano.
– Papi ya llegó. – Como siempre me emociono antes sus palabras; ya que, de alguna forma, siempre sabe cuando llega su otro papá.
– Papi ya te verá limpio y tú verás a Max.
Lo saqué, sequé y vestí para después salir. Magnus había llevado a Max al doctor y yo me tenía que encargar de cuidar a Rapha.
– Soy un desastre como omega y padre. – Salgo de la habitación para darle un casto beso a mi pareja.
– No es cierto papi. – Dice Max con una sonrisa.
– Concuerdo... Eres un perfecto omega y un padre excelente. – Cargo a Max, mientras que Rapha sale del cuarto convertido en un pequeño lobo.
– Niño, más te vale que te hayas quitado la ropa, papi ya no te comprará más. – Digo haciendo reír a Max.
– ¡Yo también quiero! – Mi segundo hijo patalea en mis brazos para que lo baje.
Inmediatamente empiezan a jugar, gruyéndose tiernamente, Raphael siendo un lobo y Max solo gateando.
– Ya le pedí a Ragnor que cuide de los niños, Simon no podrá por su bebé. – La voz de Magnus me hace levantar la vista de mis hijos hacia él.
– ¿Cuidarlos? ¿Vamos a salir? – Pregunto con curiosidad.
– Alec... Olvidaste de nuevo qué día es hoy. – Me dice seriamente. – Hoy empieza tu celo cachorro.
ESTÁS LEYENDO
MÍO
أدب الهواة[COMPLETA] - Si quiero... Te haré mío. Tengo el tiempo contado y haré que tú estadía en mi territorio, valga la pena. La inocente mirada azul, hace doblegar a cualquiera pero Magnus sabe que no debe y mucho menos puede, quedarse con lo que parece un...