MÍO

- IX -

Magnus

– No te alejes tanto cachorro. – Estando convertidos y hablar por la conexión, era más fácil por si se alejaba pero aun así me preocupaba.

– Está bien, solo quiero sentir el sol para el bebé. – Se fue a paso lento hacia una roca para después echarse en ésta.

Después de tres semanas se podía ver lo poco embarazado que estaba, pero aun así, estaba creciendo más rápido de lo normal. Su blanco pelaje ocultaba su pancita pero cuando no estaba convertido, se podía apreciar muy bien.

– Ve amor, hablaré con Magnus. – Escuché la voz de Ragnory cuando volteé a verlo, pude apreciar a la pequeña loba azul siendo acicalada por mi amigo. Después de agachar su cabeza en forma de saludo y respeto, se fue corriendo hacia mi cachorro. – Encontramos rastros del hijo en un lugar no muy lejano de aquí pero no había nadie.

Mi lobo solo gruñía cada vez más potente cuando pasaba esto. Habíamos tratado de seguir al hijo de Valentine, pero siempre era lo mismo, desaparecía antes de que llegáramos.

– Lo encontraremos, estarán a salvo. – Dijo mientras veíamos a nuestras parejas en la roca medio jugando.

Escuchamos el aullido de un lobo y alcancé a escuchar cómo venía corriendo hacia nosotros. Volteé a ver a mi Alec, había colocado a Cat atrás de él. Ragnor gruñó a mí lado y yo me puse en defensa.

Por los árboles salió un gran lobo con el pelaje café, casi rojizo, por su tamaño y olor, deduje que era un gran alfa. Ragnor iba a convertirse y yo iba a atacar; sin embargo, a unos metros de nosotros pudimos ver y oler quién era.

– ¿Qué haces Magnus? Va hacia ti directamente. – Alec tenía razón, el gran lobo gruñó y saltó hasta mí. – ¡Magnus!

– No te alteres cachorro, lo conozco. – Dije mientras nos revolcábamos en el pasto.

Nos mordíamos sin dañarnos y por tanto dar vueltas, nos metimos hasta unos arbustos. Ragnor se metió después de nosotros con algunas ropas.

Alec

Traté de no preocuparme, la voz de Magnus en mi cabeza se escuchaba tranquila y ¿divertida? Después de unos minutos, Ragnor salió entre los árboles cargando a otro hombre en su espalda, saliendo seguido Magnus, empujándolos para que se cayeran.

Nunca los había visto tan felices, sobre todo a mi pareja, que siempre está serio. Ni conmigo ha reído tanto y mostrado esa sonrisa. Sentí no sé qué en mi interior, es estúpido porque es mi pareja y ellos son sus amigos pero, no sé.

– Ven amor, te quiero presentar a mi otro amigo más cercano. – Pasó su brazo por lo hombros del nuevo alfa.

– Cat tú ya lo conoces pero nunca te lo he podido presentar en persona. – Le dijo Ragnor a Catarina.

A mitad del camino llegó corriendo otro lobo, era mucho más chico, en definitivo era un omega, con el pelaje café muy claro. Nos interceptó, acercándose a Cat para olfatearme después.

– Simon, deja a los chicos acercarse. – La potente voz del alfa desconocido, lo hizo sobresaltar.

Sí, es su omega.

– Él es Raphael, mi otra mano derecha y él es su pareja, Simon. – Dijo Magnus señalándolos, aún con una sonrisa. – ¿Por cuánto tiempo te quedarás? – Le preguntó a Raphael.

Solté un ligero gruñido y me di la media vuelta. ¿Para esto me había hablado? Me lo hubiera presentado por la conexión. Fui hasta la roca de nuevo y me quedé ahí un rato.