Despedida.

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El destino es cruel cuando se lo propone, pero aunque el camino sea amargo el sabor dulce del amor lo compensa.

El rubio había pasado semanas deprimido, llevaba 18 días sin verla ¿Pero quién contaba los días no?, la muchacha no contestaba sus llamadas ni mucho menos sus mensajes, lo peor de todo Hoseok no sabía dónde vivía la chica, aquella que ahora ocupaba todos sus pensamientos, los exámenes cayeron en la semana de la ausencia de la morena y a consecuencia de ello Hoseok había reprobado la mayoría o aprobado con apenas las gratificaciones y los puntos extra que había acumulado en el año, su cabeza solo tenía en mente a cierta morena con paradero desconocido.

- ¡Que bonita es la escuela!- dijo el castaño sentándose frente a Hoseok en la mesa de la cafetería.

-¿Acaso eso es sarcasmo?- lo miro perspicaz, pero no en realidad Taehyung tenía una sonrisa de oreja a oreja -¡NO! ¿aprobaste?- el rubio se cubrió la boca ya que había dicho esto muy alto.

-Saque el primer 80 de mi vida y ya sabemos lo que eso significa- decía mostrando frente a su amigo la hoja con la letra "B" marcada en rojo. - Papá me dejará ir de vacaciones de invierno a Busan, ¿sabes cuanto he deseado ir a ver Jungkookie?- decía ilusionado el chico, su amigo lo miro comprendiendo completamente esa sensación de estar en la luna por la persona que te gusta, aunque Taehyung jamás lo admitió no hacía faltan palabras para describir la forma en que el chico hablaba con el chico de Busan, se habían conocido en una partida de WOW, juego que a Hoseok no le llamaba en lo más mínimo la atención pero a su amigo lo apasionaba y fue ahí donde conoció al chico con cara de conejo (según el mismo Taehyung) habían estado hablando por casi 6 meses por skype y durante sus partidas, JungKook había invitado a Tae a pasar vacaciones de invierno con él y su compañero de piso Jimin ya que querían ir a esquiar, Tae se había esforzado tanto en obtener al menos un "Aceptable" en sus materias solo para ir a ver al conejito a Busan, Taehyung era un ser simple que solo sabía de amar y no amar le importaba poco si quién se robara su corazón fuera un chico o una chica, Tae era simplemente Tae.

- Tu aura negativa no está ayudando Hobi- mencionó el castaño mirando al rubio quién se hundió aún más en la silla, le tendió su examen.

- Eso es algo que mi padre llamaría "mediocridad"- comentó el chico - pero bueno de todas formas no le agrado así que no hay diferencia entre una A y una D para mi padre- concluyó, Hoseok ni siquiera lo intentaba simplemente se dejaba llevar por la melancolía y mucho menos se ponía a estudiar.

-No digas eso Hobi, todos los padres aman a sus hijos- dijo tratando de reconfortar al chico.

- No mi padre, claro ¿quién querría al causante de la muerte de su esposa?- sentenció, se levantó de la mesa y se fue sin esperar a su amigo.

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-Devuelve el corazón de mi Namjoon y podrás irte-

*Doce años atras*

- Eomma ¿Porqué lloras?- el pequeño Jimin de apenas 7 años recien cumplidos abrazaba a su madre quién no podía parar el llanto.

- Eomma está feliz Jiminie- contestó su padre también con lágrimas en los ojos. - Hoy se cumple un año de que le regalaron un corazón a tu hermana- informó al pequeño quién seguía abrazando a su madre sonriendo esta vez de oreja a oreja.

Había pasado exactamente un año del transplante de corazón de Yoonji, los médicos habían informado que si pasados el año de la operación y si la muchacha no tenía ningún tipo de problema cardíaco, si el nuevo corazón era aceptado por el cuerpo de la muchacha ya no existían riesgos de que ella volviera a recaer en su enfermedad por lo cuál ahora ambos padres estaban felices después de recibir los resultados de sus análisis clínicos, Min Yoonji estaba completamente sana.
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TOC TOC..? Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora