Aquella noche la luna y las estrellas fueron únicos testigos de la entrega, del amor y la pasión de aquellos dos, Hoseok entregándose por primera vez y Yoonji sintiendo por primera vez ser amada con cada fibra de su ser, esa noche dieron todos los besos y caricias que estuvieron reprimiendo desde que habían cruzado miradas por primera vez, Yoonji debía admitirlo convivir varios meses como compañera, amiga y en su momento confidente de aquel que era sólo un trabajo más la había hecho cuestionarse sobre sus sentimientos, quería al chico y no iba a dejar de nadie lo lástime incluso si para ello ella misma debía apartarse de su camino, pero esa noche solo por aquella noche disfrutaría el uno del otro.
Terminaron acurrucados en la cama del chico, cuando la pasión mermo y el frío de la noche los hizo temblar decidieron subir hasta la habitación de Hoseok, continuando las caricias y besos de forma pausada.
- No me lo creo- susurro sobre los labios de la morena - Dime que no es un sueño Yoonji- Suplicó Hoseok completamente embelezado por la chica.
- No, no lo es a menos que ambos estemos soñando lo mismo- dijo la morena rodeando el cuello del chico con sus brazos - Te dije que está noche sería solo nuestra- susurro besando de vuelta al chico con el cabello desarreglado.
-Temo que esto sea tan bueno que deba compensarse con algo muy malo- dijo el rubio recostando su cabeza en el pecho de la muchacha- Ya sabes "El equilibrio de la vida" - Y cuanta razón llevaba aquello, pero Yoonji no dijo nada se dedicó solo a hacerlo feliz al menos por esa noche.
A la mañana siguiente la joven se levantó temprano dejando a un agotado Hoseok dormido abrazando las sábanas como un niño, tomó sus ropas y se dirigió al cuarto de baño. Hoseok había despertado exaltado sin la presencia cálida de la chica a su lado, medio atontado se levantó llamándola por su nombre, agudizó el oído y oyó el agua correr, aliviado suspiro se puso de pie y se acercó hasta la ducha viendo a través de la mampara la silueta de la morena con su cabeza apoyada a la pared, se abrió paso y la abrazo por detrás sorprendiendola.
-¿Hoseok?- reprimió un grito.
-Shh deja que me duche contigo- pidió el rubio tomando la esponja y pasándolo por el cuerpo de aquella que robaba sus suspiros - ¿Porqué esto se siente tan dulce y amargo a la vez Yoonji? Temo que si preguntó el motivo de esta noche inolvidable terminaré por lamentar la respuesta- dijo el chico apoyando su frente en la espalda de la chica.
Yoonji se quedó congelada, las ganas de llorar la invadían, se sentía poco menos que una mierda y Hoseok seguía siendo tan lindo con ella, se tapó la boca reprimiendo un sollozo.
-Hagamos un trato, disfrutemos de esto ahora ya mañana pasará lo que deba pasar- el chico se había inclinado y seguía lavando la espalda de la joven - Ahora solo déjame ser feliz aquí contigo- La morena solo asintió era como si el chico supiera lo que se vendría después.
Ese día Hoseok falto a clases, paso toda la mañana y tarde con Yoonji fueron por unos helados, fueron al lago juntos, tuvieron su primera cita incluso el chico se había arrodillado frente a ella y le había pedido que fuera su novia oficial por un día tan sólo por ese día, la morena tan sólo decía que sí a todo, ese día ellos fueron felices sin importar el mañana. Una vez llegada la noche Yoonji se despidió de él con un beso lento pausado y contenido de muchos sentimientos "Pase lo que pase Hoseoki esto fue real recuérdalo siempre" fueron sus últimas palabras antes de marcharse dejando a un Hoseok confundido pero feliz.
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Estaba nerviosa, le sudaban las manos y no dejaba de mover sus pies, estaba en la sala de espera de aguardando a ser atendida, mordiendose las uñas estuvo prácticamente todo el tiempo recordando el día anterior, la sonrisa de Hoseok era lo que más extrañaría, segundos más tarde la puerta de la oficina principal se había abierto dejando ver a un hombre de tez seria y vestido impecablemente en un traje negro.
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TOC TOC..? Parte 1
Fanfiction- Las estrellas se ven hermosas esta noche- Suspiró y volteó a ver a su acompañante con los ojos cerrados, recostada sobre la hierba con su rostro iluminado por las estrellas de aquella noche de verano. -Sé lo que haces- respondió sobresaltandólo un...