Se cual es tu nombre, aunque desearía no saberlo. Posiblemente nunca leas esto, pero no estaría siendo el caso.
Lo única razón por la cual escribo esto es porque necesito sacarme un peso de encima, liberar aquello que acumule por años dentro de mí.
Te perdono, te perdono por no estar en mi vida, me convirtió en una persona mucho más fuerte e independiente.
Te perdono porque en realidad nunca me hiciste falta en ningún momento.
Te perdono por haberme empujado lejos con tus palabras, me hizo encontrar valor para defenderme de las personas y sus palabras hirientes.
Mi madre me ha enseñado a respetar y ser una persona de confianza. Me ha enseñado a siempre serle fiel a lo que siento y a las personas que me rodean. Porque realmente mentir es lo peor que se le puede hacer a alguien, tú lo hiciste.
Te perdono porque mi madre estuvo y si bien no siempre pudo darnos lo que ella quería, yo siempre estaré agradecida por todo lo que ha hecho por nosotros y lo que sigue haciendo.
Te perdono por todas estas cosas, porque yo sé que gracias a ello soy una mejor persona.
Te perdono porque el dolor que sentí por parte de ti me ha hecho invencible, porque he aprendido que, si bien el amor de un padre es importante, el amor es incondicional y no importa de dónde o de quien provenga. Todo el dolor que me causaste me enseño que el odio no me lleva a ninguna parte.
He aprendido a perdonarte.
Así que recuerda: Tú no arruinaste mi vida con tus palabras, con tus actos ni con todo lo que has hecho y sigues haciendo.
Mi mundo siguió adelante. Mi vida no ha sido mala. No te atormentes por todo el daño que causaste...
Te perdono, pero no te necesito y tampoco te quiero en mi vida después de 14 años estando cerca pero no presente en cada etapa de mi vida.
