Una vez escuché decir una pequeña frase; "Siempre llega alguien mejor"
A decir verdad, nunca creí esa pequeña frase, me parecía tan típica.
Me equivoqué, porque en pleno cielo gris llegó ese "alguien" que cambiaría mi vida sin saberlo. Llegó.
Llegó ese alguien que torno mi vida menos complicada, menos dolorosa.
Me hizo sentir la magia en los dedos al acariciar su rostro y ver como poco a poco apareció su sonrisa.
Curó cada pequeña herida que se hallaba en mi piel con sus suaves besos y caricias.
Juntó nuestras manos y me acompañó,
Me acompañó a recorrer la vida, cada día bueno y cada día malo.
Cuando dije que no podía, me abrazó y en ese momento supe que todo iba a estar bien.
Encontré universos repletos en aquellos ojos,
Formé bellas e interminables constelaciones con cada uno de sus pequeños lunares.
Logró hacerme olvidar de que algún día había sido herida, me hizo saber que ella no lo haría.
Ese alguien no se aburrió de mis locuras y escuchó cada pequeña ocurrencia.
Esa persona me hizo querer luchar cada día por un "nosotras".
Y saben qué?
Fue y es la primera persona con la cual nunca tuve miedo de plasmar mis sentimientos sobre un papel.
