Estúpida Faelienne [ELDARYA]

Capitulo 22: Una semana

                 ✶  𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪 𝓥𝓪𝓵𝓴𝔂𝓸𝓷  ✶
Sus palabras me atravesaron el corazón como si de una flecha se tratase.

Apreté la empuñadura de mi espada, dispuesto a atacar pero al desenfundar mi arma, Ashkore acerco de nuevo el frío metal a Erika, rasgando su fina piel.

— Eh, eh, eh... —susurro burlón con una sonrisa de medio lado—. ¿Estas seguro de que quieres hacer eso?

Con rabia, volví a guardar mi arma. Solo podía hacer una cosa.

— ¡Erika, despierta! —susurre mirándola fijamente a los ojos, buscando desesperadamente su mirada—. Por favor...

— Eres un ingenió. —me interrumpió Ashkore, con una pequeña y breve carcajada—. Por suerte, quiero que esté presente para que vea cómo te desgarro.

Me puse en guardia rápidamente ante su amenaza, mirándolo desafiante y irguiéndome.

— ¿Qué quieres de ella maldito bastardo?

— ¿Estas celoso? —cogió un fino mechón y lo olió, con una sonrisa grotesca—. Es una chica tan bonita...

— Escúchame atentamente. —dicte amenazador, acabándose mi paciencia— Podrás haberme quitado a mi hermano, pero a ella no.

Una risotada salió de el, y ladeó burlón su cabeza.

— Oh... ¿tan importante es para ti, después de haberla traicionado y obligado a atarse aquí?

— Sí, por que la amo. —respondí orgulloso—. Y no voy a dejar que me la arrebates.

En ese instante cuando narre esas palabras, los ojos de Erika se iluminaron, volviendo a su precioso color lavanda, volviendo en sí. Parpadeo un par de veces hasta darse cuenta de la situación.

— Ufghh... —murmuro confundida—. ¿Valkyon...?

Al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, intento debatirse pero volvió a cruzarse con el afilado metal, parando en seco.

Me miro con pánico.

— Ya que me has jodido la noche. —siseo Ashkore entre dientes y volvió la mirada hacia ella—. Divirtámonos sin el.

Acto seguido, con la mano restante subió lentamente por su vientre hacia su pecho, entrando por debajo de su top. Ante esto, ella dio un brinco y agarro su mano.

— Para... —murmuro ella conteniendo la respiración—. Ash, por favor, deja de hacer esto...

— ¿Te preocupa que tú noviecito vea cómo te toco? —rió acercando su boca a su oreja—. Pues a mi me parece bastante morboso...