Estúpida Faelienne [ELDARYA]

Capitulo 17: Isla del Norte (Parte 2)

❀ 𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪  𝓔𝓻𝓲𝓴𝓪 ❀ 

— Ash... —mi voz temblaba junto a todo mi cuerpo—. ¿Donde esta el verdadero Hore?

— Lo mate. —respondió con una sonrisa, mientras yo soltaba un quejido de terror—. No debería importarte, nunca le conociste. Desde el principio he sido yo.

— ¿¡ Y eso que más da!? —grite tanto que me raspo la garganta—. ¿Como puede ser que seas capaz de matar a alguien inocente? ¿en vez de matarlo no podrías haber utilizado a Leiftan para cual sea tu motivo?

Ashkore me miraba fijamente con sus ojos rubí, manteniendo en todo momento su sonrisa burlona. Soltó una pequeña risa ahogada y prosiguió a responderme;

— Leiftan no puede hacer nada en el interior de la isla. Él es un demonio, los Akas le reconocerían y se cargaría nuestro plan.

— ... ¿qué?

Mi corazón dio un vuelco cuando oí la verdadera naturaleza de Leiftan. Abrí los labios pero solo me salieron breves balbuceos. Baje la mirada hacia mis manos, las cuales no paraban de temblar. Levante la mirada de nuevo hacía Ashkore y con dificultad conseguí articular una frase;

— ¿Que quieres de mi ahora?

Ash forzó más su sonrisa, haciendo sobresalir sus preciosos hoyuelos. Se acerco hacia mi, arrodillándose para quedar a mi altura. Me levanto delicadamente el mentón penetrándome con su mirada.

— Me vas a ayudar, preciosa. —dijo mientras acariciaba con la punta del dedo mi mejilla—.
Necesito conseguir la corona de los Dragones del Norte.

— ¿Pero... cómo?

— La corona solo se conseguirá sacar del centro del volcán cuando un miembro de la familia real de los Dragones del Sur y del Norte lo decidan.

— Aunque yo sea descendiente del los del Sur, necesitamos a un miembro de la familia del Nor...

Cerré con fuerza mi boca al darme cuenta de lo que estaba ocurriendo. Ashkore se dio cuenta y me dedico una mirada maliciosa. Me quede durante unos instantes en estado de shock.

No puede ser...

— Tú... no puede ser.

— Oh, ¿que ocurre, no tengo pinta de príncipe? —dijo soltando una sonora carcajada, llena de malicia—. Aunque mejor dicho, rey. Ahora, se buena y ven conmigo.

— No.

Aparte mi cara, liberándome de su mano que se depositaba en mi mejilla. Me levante rápidamente pero Ashkore me acorralo contra la dura piedra de la pared.

Solté un pequeño gruñido al impactar mi espalda con la pared.

— No tienes opción. —su sonrisa se había borrado completamente—. ¿Quieres que Leiftan se encargue de los estúpidos de la guardia y la Feng Huang?

Apreté la mandíbula con rabia, retirando la mirada. No pude evitar las lagrimas que cayeron con lentitud por mis mejillas, tenía miedo de lo que podría ocurrir si la corona quedaba en las manos de Ashkore. Pero la vida de Valkyon era más importante que todo lo demás.

— Buena chica. —Ashkore acaricio la punta de un mechón de mi cabello—. Andando.

Se aparto de mi y me obligo a seguirle por los oscuros pasadizos del Volcán.