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《Sasuke》

Maldita Naruko. Maldito Kiba. Maldita sea todo.

Había llegado del instituto hecho una furia al enterarme que Naruko se había saltado las clases con el idiota número 1: Inuzuka Kiba. Incluso, había dejado atrás a Karin para poder tratar de localizar a la rubia pero todo fue inútil. Ninguno de lo dos respondía el móvil.

Apenas entré a la casa, observé cómo mi madre bajaba las escaleras con un par de maletas algo pesadas.

Mierda.

Olvidé que hoy se iban de viaje.

Corrí rápidamente hacia de ella, dejando mis cosas tiradas en el camino. Tomé las maletas que tenía mi madre y las terminé de bajar.

—Hasta que llegas.— dijo mi madre terminando de bajar.

—Perdón por tardar.—me disculpé cuando recibí un beso en la mejilla de su parte. Papá bajó por las escaleras y me miró serio.

—Será un viaje algo largo.—dijo mi padre. Asentí con la cabeza.

—¿Podrás con todo tu sólo?—preguntó mi madre preocupada.

—Tu tranquila. Invitaré a Naruko para que pase conmigo.—mamá sonrió.

—Llevaré las cosas afuera. El taxi llegará pronto.—volví a asentir con la cabeza. Mi madre tomó las maletas y las llevó afuera. Papá y yo nos miramos, él cruzó los brazos con seriedad.

—¿Cómo está ella?—empezó luego de un silencio incómodo.

—Enojada. Frustrada. Confundida.—respondí recordando nuestra última discusión.—No sé si podré seguir ocultándole esto, papá.

—Recuerda que es la manera de mantenerla a salvo.

—Creo que corre más peligro así. No sabe de nada y nosotros lo sabemos todo...

—Sasuke. Tú conoces a los mellizos más que a nadie. Sabes que ellos no evitarán meter las narices en esto.

—Lo sé. Lo tengo claro.

—Tenemos que detener ese proyecto.—me recordó mi padre.

—Lo sé. Y ya tengo un plan.—le sonreí de lado.

—Fugaku-san, el taxi ya llegó.—Mi madre se acercó a nosotros y me abrazó por el cuello.—Espero que te portes bien.—apretó mi mejilla.—Y por favor, cuídense. No quiero que me hagas abuela, aún.

—Mamá... —dije fastidiado. Ella rió levemente. En ese momento, mi móvil sonó. Lo saqué de mi bolsillo viendo en la pantalla el nombre de Naruto. Contesté.—Teme. ¿Pasó algo?

Sasuke. Naruko. Kiba. Golpes. Se la llevaron.—dijo rápidamente sin poderle comprender.

—¿Qué?—solté. Mis padres me miraron preocupados.—¿Qué pasó con Naruko?

Kiba llegó a la casa golpeado.—dijo respirando, escuché una voz dulce que supuse era de Hinata.—Se llevaron a Naruko.—y fue entonces cuando mi corazón se detuvo. Mi sangre bajó a mis pies y mi cuerpo tembló.

—A Naruko, ¿qué? —temblé. En este momento, se estaban cumpliendo mis mayores temores. Mi madre me miró aún más preocupada.—¿Quiénes?

Kiba dice que fueron cuatro muchachos extraños. Entre ellos estaban un gordo y una pelirroja.—dijo Naruto hiperventilando.

—Los cuatro del sonido...—musité.—Escuchame, Naruto. Iré a tu casa a ver al pendejo de Kiba. Allí planearemos qué hacer.

M-muy bien... Date prisa.—dijo antes de que colgara el móvil. Mis padres me miraron como pidiendo respuestas, jadeé antes de poder decir algo.—Secuestraron a Naruko.—mi madre puso su mano en el pecho. Mi padre me miró frunciendo el ceño. —Esto es obra de Madara y Orochimaru. —puse mi mano en mi cabeza. Quería estallar. Quería gritar. Pero debía controlarme, mantenerme calmado y pensar.

Voy a Poseerte|| +18 [SasuNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora