Especial #1

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"ESOS DÍAS"

Me encuentro caminando por las calles de Venecia solo vengo a la ciudad por comestibles de vez en cuando, actualmente vivo fuera de la ciudad como una campesina común y corriente, estoy en esos días del mes que todas las mujeres odiamos, iba a comprar lo necesario para sobrevivir, al entrar a la farmacia y tomar lo que necesitaba, recordé la primera vez que paso esto con Alex e Ivan y una sonrisa se asomó por mi labios.

*FLASHBACK*

Desperté en la habitación de Alex, una gotera justo enfrente de la puerta amenazaba con inundar la pequeña cabaña en la que estamos, hace mucho frio, me asomo por la ventana y miro como cae la nieve, amo Canadá justo por eso el bosque se ve tan hermoso lleno de nieve, me dirijo hacia un pequeño armario a tomar un suéter.

Por alguna razón volteo hacia la cama y miro horrorizada una mancha en las sabanas ¡blancas! La vida me odia, gracias al cielo Alex no estaba en la habitación, espero no haya visto nada.

Rápidamente cierro la puerta de la habitación y me meto a duchar me pongo algo cómodo y holgado, no sé si son por los nervios, los cólicos o la pena pero mi vientre me duele.

El único lugar donde podemos lavar ropa (a mano) es en un pequeño cobertizo a un costado de la cabaña y ese es un problema porque tengo que bajar y pasar por la cocina y la sala donde ellos dos seguramente están, como todas las mañanas.

Tome las sabanas y mi pijama intentando salir en completo silencio, cuando vi que Alex subía las escaleras avente todo dentro de la habitación y lo salude con una sonrisa.

-Buenos días

-Buenos días justamente te iba a levantar, ya casi está el desayuno baja pronto o no quedara nada,- dijo dándome un beso en la frente.

Dicho esto dio media vuelta y bajo por las escaleras. Pase varios minutos pensando en cómo salir sin llamar la atención, regrese a la habitación y tome toda la ropa que vi, y baje con todo en mis manos.

Al pasar por la sala Ivan y Alex me miran extrañados.

-¿Paso algo Payton?

-No solo iré a lavar la ropa hace mucho no lavo nada.

-Pero si apenas antier lavamos ropa.

-A si pero se ensucio tiene polvo ¿Está bien?-dije levantando la voz.

Me disponía a salir cuando por una tabla levantada tropecé dejando caer toda la ropa, los dos se levantan rápidamente hacia mi yo me dejo ayudar y me ponen de pie, me preguntan si estoy bien y yo lo único que pude hacer es mirar el piso donde estaba la sabana extendida dejando ver toda la mancha y llorar, malditas hormonas ¿Por qué tuve que ser mujer?

Los dos me abrazan algo me dice que no saben porque lloro porque no dicen nada. Se separan de mí y recogen las cosas, por instinto intento taparles los ojos para no morir más de vergüenza. Lo único que logre fue picarle los ojos a Alex y rasguñar a Ivan en la cara, se quejan por lo que hice y yo sin saber que hacer solo suspire y recogí la ropa y mi dignidad.

Alex e Ivan toman la sabana y me la dan haciendo como si no hubieran visto nada, me voy indignada a lavar las sabanas y mi pijama y de paso todo lo demás, como es obvio me tarde bastante, después de dejar todo secando y ya un poco más tranquila regreso a la cabaña, pero para mi sorpresa no hay nadie.

Los cólicos no me dejan en paz, lo único que puedo hacer es tomar un té, me pongo la base de la taza tibia en mi vientre, y suelto un pequeño gemido por la deliciosa sensación que me provoca.

Pongo una película que encuentro en la televisión, y cuando termina escucho que llega Ivan con una bolsa en la mano.

-¿Qué compraste?-dije con curiosidad levantándome del vejo sofá.

-No estaba seguro de que necesitabas, pase la mayor vergüenza de mi vida, fui a la farmacia y como no sabía que comprar una viejita que estaba por ahí me ayudo a saber que comprar,- dijo empezando a sacar dos paquetes de toallas sanitarias unas nocturnas y otras diarias, pastillas para los cólicos y helado de limón.

Me sonroje al ver todo lo que compro le di las gracias y le di un beso en la mejilla, talvez no lo demostré pero realmente estoy agradecida de que pensara en mí en estos días.

Me metí al baño a ponerme más cómoda cuando salgo Ivan tiene dos tazones de helado en las manos y nos sentamos a la sala a ver unas de sus películas sangrientas que me aburren y al mismo tiempo me da asco, simplemente por tanta innecesaria sangre y muertes.

Como a media película llega Alex con una bolsa en mano, cuando vio lo que trajo Ivan en la mesa solamente tiro su bolsa a la basura y subió muy molesto a su habitación.

Me levante y mire el cesto de basura, sentí una mezcla de sentimientos él también había ido a comprar a la farmacia, subí las escaleras a la habitación que compartimos, ya en la cama tendida está el mirando su celular.

-Sabes... si compras algo creo que es mejor dárselo ¿No crees?

-Igual es basura no lo ocuparas.

-Bueno no sé si sabes pero no es como si no volviera a estar así, no sé a qué escuela fuiste pero esto es cada mes.

Se quedó un momento pensando y se levantó a toda prisa, y fue a sacra su pobre bolsa del cesto, gracias al cielo se acababa de sacar la basura y acomodo todo en el baño.

Después de hacer las paces nos sentamos los tres tumbados en el viejo sillón, yo aguantando los estúpidos dolores y ellos tratándome con pinzas, se notaba que es la primera vez que vivían la experiencia puesto que no sabían que hacer y se veían muy asustados.

Después de ese primer día los dos tenían un pequeño calendario mal escondido donde anotaban "Cuidado", el hecho de que esté en mi periodo es una excusa para acurrucarse en la cama todo el día. Probablemente veíamos alguna película y el resto del día dormíamos o hablar de cualquier cosa.

Buenos tiempos... 


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⏰ Última actualización: Feb 20, 2018 ⏰

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Un Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora