Cap 1:

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ANN'S P.O.V

Desde que entré por la puerta de ese enorme rascacielos, supe que había empezado una nueva etapa de mi vida. Acababa de terminar la universidad, era yo contra el mundo, o más bien, yo contra ese gigante rascacielos

Todavía recordaba a esa adolescente asustada que se enfrentaba a la imponente fachada de la Universidad, sin saber que le depararía su estancia ahí pero aun así llena de sueños y esperanzas.

Me gustaría decir que ya no era la misma persona, que los años en la Universidad me habían hecho madurar, que ahora era una mujer hecha y derecha que comenzaba una nueva etapa de su vida con las ideas claras, con seguridad; una mujer que sabía lo que quería y lo que hacía; una mujer demoledora que arrasaba con todo lo que se pusiera en su camino y que le impidiera conseguir su objetivo... Aunque, en el fondo sabía que no era así. Seguía siendo la misma chica terriblemente asustada de el gran cambio al que se enfrentaba y a la vez ilusionada por las oportunidades que la vida le había puesto en su camino. Sonadora e irritablemente positiva, amable y empalagosamente dulce, tal vez demasiado, y esa era la razón por la que la mayoría de las personas que no habían tenido la tremenda  suerte y el maravilloso placer, por supuesto, de conocerme de verdad; me creían débil y estúpida, lo cual nunca me ha afectado demasiado ya que siempre me he considerado una persona con cierta inteligencia y una gran personalidad, las cuales en el futuro demostraría dejando a más de uno  con la boca abierta. Y es que, como bien decía mi madre "no hagas nada, el tiempo ya pondrá a cada uno en su sitio", entonces no lo creía, pero con el tiempo comprendería cuanta razón tenía mi madre.

Y ahora estaba aquí, delante del gigante rascacielos de la revista de moda en la que iba a trabajar en los próximos tres meses. Un rascacielos que en esos momentos me imponía demasiado, pero el cual dentro de unas semanas se convertiría en mi segundo "hogar"... Aunque pensándolo bien ya no tengo lo que se dice una "casa" tengo un apartamento mas bien cutre compartido con mi mejor amiga de instituto pero no se si a eso le puedo considerar un "hogar",  al pensar en eso me invade una sensación de nostalgia, añoro cuando no era mas que una adolescente despreocupada bajo la protección de sus padres. Lo tenía todo resuelto y no tenía que preocuparme por mi futuro, pues se veía tan lejano...

De repente me doy cuenta de que llevo mas de diez minutos parada en la entrada de rascacielos como una mema y toda la gente que entra y sale me esta mirando con cara extraña, se me encienden la mejillas, bajo la cabeza avergonzada y entro en el edificio. Era tan impresionante y moderno por dentro como por fuera.

-Perdone -pregunto a una chica pelirroja que estaba pasando por mi lado - ¿sabe dónde está el departamento de recursos humanos?

-Claro, aunque la verdad es que estoy un poco perdida. Soy nueva y es bas tante difícil orientarse por estos laberínticos pasillos. Pero no te preocupes creo que ya me estoy ubicando un poco- me explicó la pelirroja con una amable sonrisa.- ¿ Has venido para la entrevista de trabajo?

-No en verdad estoy aquí por la practicas, para un puesto de becaria.

-¡Que casualidad! yo también voy a empezar las practicas- y sin decir nada más empieza a caminar hacia uno de los pasillos, yo me quedo parada, preguntándome por qué se ha ido sin indicarme donde esta el departamento, entonces se vuelve - ¿vamos? yo también voy para alla, te acompaño.

-¡Menos mal, muchísimas gracias!- digo aliviada mientras la alcanzo riéndome - Por un momento pense que te ibas a ir y me ibas a dejar aquí tirada.

-Te he tenido que dar muy mala para que pienses eso de mi- fige una cara de disgusto y se rie conmigo- ¿estás preparada para la entrevista?

-¡Para nada!- suelto una risa nerviosa y pongo cara de agonía, casi se me había olvidado porque estaba aquí gracias a la simpática pelirroja, al recordármelo el dolor en la barriga que me suele dar siempre que estoy nerviosa volvió a aparecer- Es mi primera entrevista de trabajo, esto aterrorizada, seguro que sale fatal.

- No te preocupes, seguro que lo bordas. El hombre que me entrevisto era muy simpático. En cuanto entré su sonrisa disperse todos mis nervios  y se mostró tan amable que enseguida se me quitaron los nervios.- se para y se sienta en una fila de sillas que están enfrente de unas cuatro puertas negras.

-Tienes mas confianza en que no la cague que yo- me río cuando una de las puertas se abren y llaman a la pelirroja.

-Por cierto,ni siquiera te he dicho mi nombre, me llamo Katherine pero llámame Kate- dijo antes de levantarse

- Yo Ann- le dije pero no se si lo alcanza a oír ya que se estaba cerrando la puerta dejandome totalmente solo en esta silenciosa y agobiante estancia que cada vez parecia mas pequeña.

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-¡¡Ann!!- oi que alguien gritaba tras de mi.

- Hey, Kate- me di la vuelta y la vi medio corriendo hacia mi, jadeando como si hubiera corrido la media maratón- respira, que te ahogas.
- Llevo un rato corriendo detras de ti. Parece que tienes un petardo en el culo. Me has hecho hacer mas ejercicio que en toda mi vida no puedo evitar reirme al verla apoyada en sus rodillas devido al sofresfuerzo que habia hecho.

-Piensa en positivo ahora te puedes permitir tomarte una hamburguesa para recuperar las calorías perdidas. De nada.

- Que va llevo un año haciendo una dieta vegana. Ha sido el año mas duro de mi vida no sabes lo diro que es salir y ver a todo el mundo comerse una buena hamburguesa y tu con una insipida ensalada. Pero claro ellas comen como cerdas y no engordan un kilo.

- De que hablas si estas perfecta. Yo no podría estar a dieta. La comida es mi verdadero amor.- Ven, vamos, te invito a una cola, haber si te va a dar un bajón de azúcar por mi culpa -dije riéndome mientras nos encaminábamos a la salida.

-¿Qué tal te fue la entrevista?-me pregunto Kate mientras nos sentábamos.

-Bien, empiezo mañana en administración.

-Yo también - dijo entusiasmada- Por cierto, gracias a mi amiga Mimi, que es secretaria de dirección, me he enterado de algunos rumores sobre el jefe bastante desalentadores.

- ¿Si? ¿Cómo qué? -le pregunté justo cuando llegó la camarera.

-¿Qué desean? -nos preguntó.

-Yo quiero una cola, por favor-

-Yo un té - pidió Kate.

-¿Un té? -le pregunté cuando se fue la camarera.

-Si, por la dieta, aunque haya bajado unos kilos gracias a ti, la tengo que seguir haciendo -dijo la pelirroja riéndose.

-Bueno, cuéntame que rumores te llegaron del jefe -le insistí. La verdad es que la curiosidad me estaba comiendo por dentro.

- Mimi dijo que el es un dios griego, ya sabes Alexander Adams, aquel que todo el mundo decía que era el soltero de oro hace años, el que no se perdía una fiesta y cada noche se le veía con una modelo diferente , pues ese es, pero desde que empezó en la empresa ha cambiado completamente, solo vive para el trabajo. Casi todas las modelos de la revista han intentado tener algo con él, pero ni siquiera las mira -dijo Kate indignada- Vaya desperdicio de hombre. Incluso muchas han pensado si es gay, como siempre lo ven con el director de marketing, James, que por cierto también esta para comérselo- Kate se mordió el labio y puso una cara pervertida haciéndome reír.

-No se, sus motivos tendrá-dije un poco decepcionada la verdad, aunque no sabía por que, el nunca se habría fijado en mi de todos modo, a ese tipo de chicos no le van las chicas como yo.

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