Cap 7

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Me siento y me tomo el café pensando en todo lo que me ha pasado hoy. Le espero durante un rato pero como parece que Alex no va a venir me levanto tiro el café a una papelera que hay en una esquina y me dirijo a la salida. Seguro que Alex se ha quedado tan liado intentando resolver sus problemas que se ha olvidado de mi. Cuando llego al final de las escaleras un chico que viene corriendo choca conmigo tirándome al suelo y cayéndose sobre mi.

-Lo siento muchísimo... Ann!-levanto la vista y el chico que esta literalmente sobre mi  es Alex,  se levanta automaticamente abochornado, y me ofrece una mano para levantarme.

Me quedo un momento paralizada pero al final acepto su ayuda, siento un cosquilleo cuando su cálida mano envuelve la mía tirando de mi tan fuerte que acabé abrazada a el.  Estábamos tan cerca que sentía su aliento sobre mi cuello haciendo que un inesperado cosquilleo me subieran por la columna. No podía apartar la mirada de sus terriblemente tentadores labios, los cuales estaban tan cerca que casi rozaban los míos. Pero en cuanto Alex se aseguró que estaba bien  se separó de mi, haciendo que inmediatamente sintiera su ausencia.

-Lo siento muchísimo, por haberte tirado pero sobretodo por el retraso,por favor perdóname.- se disculpa Alex mirándome con ojos de cachorrito abandonado.

-No pasa nada, pero me tengo que ir.- le dije todavía abrumada por la intensidad del momento que acabábamos de vivir.

-¿Tienes coche?-me pregunta Alex.

-No, suelo coger el metro.

-Pues entonces te llevo-dijo encaminandose hacia la salida.

-No hace falta que me lleves...

-No voy ha aceptar un no por respuesta-me interrumpe Alex.

-Pero es que no quiero ser una molestia...

-Por dios Ann no eres ninguna molestia, no vas a convencerme para que no te lleve es mi disculpa por mi falta de caballerosidad.-dijo mientras sacaba el mando a distancia y encendía un Maserati rojo que seguro que costaba mas de lo que cobraría yo en toda mi vida.

-Bonito coche-le dije mientras abría la puerta del deportivo.

-Ya lo sé, es mi bebé-dijo mientras me cerraba la puerta, pasaba la mano por el capó y lo miraba con orgullo.

-No he visto un hombre mas materialista en mi vida-le dije riéndome mientras el arrancaba él coche.

-Es una de mis muchas virtudes-me respondió con cara de suficiencia-Pero vamos a dejar de hablar de lo perfecto que soy y dime donde vives.

-En ti la perfeccion brilla por su ausencia- le dije partiendome de risa-En el Soho, en la calle Spring.

-En el soho, una zona hippy pero donde estan las tiendas de alta costura, supuse que vivias por ahí.

-Es una de mis partes favoritas de nueva york, y tu supongo que vivirás en la fabulosa Quinta Avenida.-dije riéndome.

-Pues te equivocas, vivo en una mansión en long island aunque tambien suelo quedanme en mi loft en upper east side -dijo otra vez con cara de suficiencia, empiezo a pensar que es la única cara que sabe poner-Ah! Y también tengo un ático en la Quinta Avenida para cuando me quedo hasta tarde trabajando o de fiesta no tener que ir hasta Long Island.

-Por Dios lo siento muchísimo, no se como he podido pensar que vivías en la vulgar Quinta Avenida-le respondí con cara de horror-Le ruego que me disculpe por mi gran falta de respeto.

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