Capítulo 16. **Te amo**

169 12 2
                                    


Soo Bin se despertó y descubrió que Ji yong no estaba a su lado. En un primer momento le pareció que la habitación estaba vacía. No lo habría visto sentado en la mecedora frente a la pared de cristal si, en aquel preciso momento, Ji yong no hubiera apoyado su tazón de café en uno de sus brazos. Incluso entonces, solamente su mano derecha resultaba visible desde donde se encontraba.



Una mirada al reloj de la mesilla le reveló que todavía eran las cinco y cinco de la mañana. Las primeras luces del alba asomaban sobre la cosmopolita ciudad de Seul, imponiéndose gradualmente a la oscuridad de la noche.



-¿Ji yong? - lo llamó suavemente - ¿Qué estás haciendo levantado tan temprano? ¿Es que no puedes dormir?



-A menudo no puedo dormir - respondió serio.


El tono sombrío de su voz la sorprendió y preocupó a la vez.



-¿Pasa algo... malo? - preguntó ella.


-¿Malo? - repitió - No. ¿Por que habría de pasar algo malo? - su semblante de pura indiferencia.



-No lo sé. Pero, desde luego, algo te pasa. ¿Por qué no vuelves a la cama y me lo cuentas? - preguntó preocupada.


-Sigue durmiendo, Soo Bin - contesto Ji yong.


- Pero...
 - insistió ella.


-¡Sigue durmiendo, maldita sea! - le gritó.



Aunque consternada y dolida por su estallido de furia, Soo Bin no podía hacer lo que acababa de ordenarle. Se levantó de la cama, envolviéndose en el edredón, y se sentó en cuclillas a un lado de la mecedora. Ji yong seguía allí sentado, desnudo. Pero no era su cuerpo lo que atraía su atención en aquel momento, sino la torturada expresión de sus ojos. Nunca lo había visto así. Excepto aquella única vez, en el hospital.


-Ji yong, cariño - susurró, apoyando una mano sobre su rodilla.


-¿Sí, Soo Bin? - la miró y se echó a reír, sarcástico.



-¿Qué es lo que pasa? - insistió ella.



-Jamás podría explicártelo - suspiró, cansado - Digamos que esperaba que las cosas pudieran cambiar. Pero ya veo que no es posible. Me he preparado mi propia cama, por así decirlo, y ahora tengo que dormir en ella.



-No sé lo que quieres decir... - respondió Soo Bin - pero tenía una idea bastante aproximada. Le estaba diciendo que no podía cambiar. Le estaba diciendo lo que era: un hombre que, por mucho que hubiera querido agradar a su padre siguiendo el convencional camino del matrimonio y los hijos, simplemente no podía llevar un estilo de vida que le aburría mortalmente.

Make me fell completeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora