Δ Ⅵ Δ

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–¡Dipper Pines, ven en este instante! –se escucha al tío molesto.

Dipper se aleja del pequeño grupo que tenia con Wendy, Mabel y Bill en la caja de tienda para dirigirse a su tío.

–¿Qué pasa, tío Stan?

–Nada, solo le estaba haciendo un favor a Ford, él te busca, ve abajo, al laboratorio –le avisa Stanley.

A lo que sale de la cabaña y busca el agujero que quedó la otra vez que se formó cuando se le cayó el dado de 38 caras al intentar jugar un juego solo. Ya en el agujero, va allí con cuidado, logrando bajar y topándose con su tío abuelo Stanford, quién lo esperaba con unos datos en mano.

–Me alegra que vengas, Dipper, creo que Stan disimuló bien, ¿no?

–Si, creo que ahora todos piensan que me esta regañando, no importa –ríe un poco.

–Ahora, a lo que quería decirte, detecté una anomalía en el bosque, parece ser una especie que no había visto antes a la hora de intentar detectarlo. Necesito que vayas conmigo, Dipper, no tardaremos mucho. Además si es una amenaza la eliminaremos de inmediato.

–Ok, tío Ford –responde serio y dispuesto a acompañar a tu tío abuelo a una nueva aventura.

Toman una pistola creada por su tío, la guardan de forma oculta per fácil de sacar y salen al bosque de forma discreta. Van caminando acorde a la señal que aparezca en el radar que lleva tu tío en mano, la señal se mantiene en un solo lugar por el momento. Aquel ser podría o estar en agua, estar volando, o ya en un árbol hasta escondido tras algún arbusto, lo que sea que fuera deben estar atentos a una posible amenaza o relajarse ante una posible especie tranquila.

Al llegar ya al fin al punto que se podía ver en el radar, se quedaron quietos, estuvieron en silencio hasta escuchar una caminata rápida tras los arbustos, ambos se dieron vuelta rápidamente y agarraron las armas, justo escuchando a la criatura escalar por los árboles hasta saltar de una rama y la criatura se dejó ver: era un pequeño dragón, con escamas color verde agua ya abriendo la boca para escupir fuego. Dipper y Ford se hacen a un lado con rapidez logrando evitar la llamarada.
Dipper logra apuntar y disparar con éxito a la criatura pero sus escamas por lo visto resisten a las balas. Ford saca una espada a ver si con aquella arma forjada por él mismo lograban derrotarla. Siendo un éxito al cortarle la cabeza. Esperaron para ver alguna reacción, pues cualquier cosa podía pasar si era una criatura desconocida para ellos y para el mundo entero. Ya pasando unos cuantos minutos nada, la criatura ya había fallecido, Ford probaba con otras partes del cuerpo de aquel dragón pero nada, por lo visto la única debilidad que tenía era solamente la cabeza.
Ya se había formado una posa de sangre del dragón, no era roja carmesí, era más bien un colorante índigo.

–Ahora Dipper tendremos que llevar este dragón al laboratorio. Metámoslo en éste saco con mucho cuidado.

Dicho esto, Dipper asienta con la cabeza y meten a la criatura decapitada con cuidado en el saco y se fueron caminando a la cabaña entrando por otra parte para que el resto no se diera cuenta y no levantara sospechas.
Ya en la cabaña pero ya dentro del laboratorio debajo de la Cabaña del Misterio, proceden a analizar el cadaver.

–Al parecer este parece de su espécimen este ya es el tamaño de un adulto por lo visto. Pero ya en unos días más creo que iré a ver en su hábitat para ver su comportamiento. Tal vez se comportó así ya que estábamos invadiendo su espacio, allí nosotros éramos los invasores y al dispararle más amenazado se sentía. Estaré averiguando su comportamiento y al tamaño que pueda llegar.

–¿Necesitarás que te acompañe, tío Ford?

–No creo, Dipper. Necesito algo más importante y es que te quedes en la cabaña porque sinceramente yo no confío mucho en ese tal Bill. Comprende que para mi tal vez no sea Bill Cipher pero puede ser alguien peligroso para la familia. ¿Ok, Dipper?

–Está bien, tío Ford. Lo comprendí.

–Igual, cualquier cosa te llamaré, Dipp –le dice desordenándole el pelo de forma amistosa.

Él vuelve con el resto, estaba todo normal tal como cuando se había ido, charlaban tranquilamente, pero Mabel por lo visto le quedaba mirando con ojos de enamorada a Bill.

–Volviste, Pino –ve Bill a Dipper con una sonrisa amistosa soltando su comentario.

–Qué buen apodo, Bill –responde Wendy riendo.

Dipper tan solo se ríe también y le pega en el hombro amistosamente viendo que él también se está riendo.

–Entonces yo te diré desde ahora Dorito.

–¿Y eso por qué?

–Eres el único que anda comiendo Doritos y me los roba por la noche, haga asaltas la cocina solo para comer eso.

–Uhh, fuertes declaraciones, señores. Bill, ¿cómo se declara? ¿Inocente o culpable por esos inocentes doritos? –pregunta de forma burlona Wendy a Bill fingiendo tener un micrófono. Dipper se ríe y Bill siendo condenando a aceptar el apodo que le puso Dipper al acepar su culpabilidad.

El resto de la tarde fueron risas, pasaron un buen rato hasta que Wendy se fue, pues tenía que volver a casa. A Bill parece como si le agradara pero en realidad ni se está encariñado, se tiene que enfocar en su plan.

Dipper tan solo procesa todo lo que le dijo Ford acerca del forastero, tiene que tener cuidado sabiendo que ni pueden saber si miente o no por mas sincero que parezca ser, no saben ni de sus antecedentes por lo que siente que tiene que cuidar también de quienes ama.
Ahora son dos en la cabaña con una misión importante: alguien que quiere apoderarse del mundo y otro con protegerlo pero lo más importante su propia familia.

Hi, S T R Δ Π G Σ RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora