Δ Ⅲ Δ

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Él ya recorriendo el pueblo llega a la cabaña y se sienta en las escaleras, fingiendo un poco de pena, con ojos mirando el atardecer y el cielo ya estando en un color anaranjado, más bien un color crepúsculo. Era una mirada perdida, abrazo sus piernas y suspiró.

-Hey... -se le acerca Dipper- dime ¿qué pasó?

-Mi hermano se fue... no está, y estoy solo en un pueblo desconocido, rodeado de gente desconocida y voy a dormir en una cabaña con unos desconocidos que apenas sé sus nombres.

-Oye, luego no seremos tan desconocidos, ¿no? -dice sacando una pequeña risa- Y luego tal vez si quieres te enseño el pueblo y, ¿no prefieres llamarlo para que le avises?

-No, gracias. -le responde- Creo que estoy mejor sin él, desde que mamá y papá murieron él siempre era algo molestoso conmigo. Creo que estoy mejor sin él. Igual Gracias, Dipper. Y si, cuando podamos enséñame el pueblo, me agradaría mucho.

Él se sienta al lado de Bill y le da un par de palmadas en la espalda, Bill se deja llevar de a poco y apoya su cabeza en el hombro de Dipper, dejando que le acariciara suavemente, relajándolo. Da un último suspiro relajado, a lo que enseguida se da cuenta que tampoco puede encariñarse y se para de forma brusca haciendo que Dipper le quedara mirando confuso a lo que saca una risa nerviosa.

-Perdón, sino me quedo dormido, ¿no prefieres mejor entrar y contarle la noticia a tu tío?

-Claro, mejor.

Ambos se adentran a la Cabaña del Misterio, le cuentan la noticia a Stanley y él acepta que se quedara de todas formas, le pasaron un saco de dormir y Dipper lo guió al cuarto que comparte con su hermana. Le pusieron el saco de dormir en el suelo para luego bajar a cenar, justo el momento en que vería a Stanford Pines.

Ya todos reunidos en la mesa, Dipper fue a por su tío abuelo, quien estaba ocupado en sus investigaciones, a subir a cenar. Ford tuvo una reacción curiosa y aun tanto a la defensiva con la mirada al ver a Bill por primera vez.

-¿Quién es él? -pregunta con seriedad.

-Disculpe, soy Bill.

-¿Bill? ¿Es una broma? ¡¿No podías escoger un nombre que pasara mas desapercibido, Bill Cipher?! -grita golpeando la mesa, todos quedaron viendo al muchacho que hizo una buena y creíble actuación.

-¡Cálmese, por favor! -le grita confuso y asustado- ¡¿A quién demonios se refiere?!

Ford le mira los ojos, su expresión de susto, lo confuso que se le notaba. Pues tal como esperaba, Ford sospecharía fácilmente por lo que va a tener mucha paciencia para obtener su confianza, ya la esta tomando de a poco por su buena actuación, pues obviamente ya que él cometió la torpeza de nombrarse así.

-Esta bien, puede que esté exagerando -dice relajándose-. Discúlpame por gritarte, ando con un poco de paranoia por alguien en el pasado. Bueno, no importa, la casa esta protegida.

-Ah creo que entiendo a qué se refiere, señor. Supongo que es una orden de restricción a ese tal Bill Cipher.

-Oh, si. Una orden de restricción -sonríe nervioso.

Pues no, la casa no estaba tan protegida pues un cabello de unicornio se soltó mientras vigilaba a los Pines y la Cabaña del Misterio de la nada, así se le quitaron las complicaciones de formar hechizos para poder entrar a la Cabaña del Misterio mientras moldeaba su nuevo cuerpo humano y ejercitando un poco.

-Qué bueno que ahora se estén llevando bien -dice Stan-, pues él hará el nuevo papel de una atracción, solo mira sus ojos, parecen los ojos de un felino.

-Si lo sé, son raros, y por eso me hacían bullying en la escuela -relata Bill.

-Oye, no eres el único que le molestaban por algo raro en el cuerpo -comenta Ford, mostrando sus manos con seis dedos.

-Vale, parece que me siento en casa aquí -suelta una pequeña risa y una sonrisa.

Stan le da un par de palmadas en la espalda. Todos cenando felices, fue una noche tranquila para todos. Al irse a acostar una que otra propuesta de uno de los hermanos tuvo para que en vez de dormir en el saco de dormir que duerma en una de las camas de los hermanos pero él insistió en dormir en el saco de dormir para que no se preocupen. Mabel tan solo le quedó mirando mientras se quedaba dormido, parece que en la cabeza se le pasó la idea de intentar conocerlo y tal vez si le agradaba poder intentar enamorarlo de ella.
Pero claro, él no duerme, se hizo el dormido sintiendo la mirada de la chica por unas buenas horas hasta que se durmió y por fin pudo abrir los ojos. Miró a ambos chicos dormir, ambos estaban tranquilos y él pensando fríamente en cómo querer darles una tortura, pero ellos no eran su verdadero objetivo. Al ver el futuro sabía que Ford tenía la respuesta de cómo salir de Gravity Falls luego haber iniciado el raromagedón por lo que tenia que ganarse primero la confianza de Dipper para luego ganarse la confianza de Ford, ya que Dipper es la llave de poder entrar en la confianza de Ford, sabe que él se preocupa mil veces más que Stanley por los niños y ademas que solo quiero fortalecer a Dipper con gritos, con mandarlo a hacer tareas casi imposibles, todo con tal de fortalecerlo pero no tiene la preocupación de Ford en mantener a todos a salvo de él en todo sentido, pues Stanford siempre trataría de mantener todo en orden para la familia, y para aquellos que estén en la Cabaña del Misterio.

Bill sale del cuarto con cautela, logrando que ninguno de los hermanos se despertara, se asoma un poco por las escaleras, se sentía libre de usar sus poderes por un rato por lo que se eleva hasta el techo y ponerse de cabeza y empieza a escuchar la conversación entre Stanley y Stanford.

-Tu no entiendes, Stanley -se escuchar reclamar a su hermano-, ese muchacho nuevo en el pueblo puede también tener sus secretos.

-Si pero estás exagerando con que sea Bill Cipher. Sabes exactamente con lo que hiciste con los pelos de unicornio y demás chucherías para proteger la cabaña.

-Lo sé pero, ¿qué tal si es un asesino en serio, Stan? ¿Y si es otro ser mágico del bosque? Stan, no podemos confiar en cualquiera -le dice tomándole de ambos hombros a su hermano.

-Ford, por favor no te pongas ahora mismo paranoico. Yo me encargaré del forastero en el día, mientras tu pondrás cámaras en el cuarto de los niños y por la cabaña, a excepción del baño y partes así, ya sabes, partes obvias. Y si él no es un peligro como nos parece nos calmaremos y dejaremos la paranoia. ¿Está bien, Stanford?

-Está bien, Stan. Para algunas cosas si que tienes buenas ideas.

-Calla, cerebrito -le dice golpeando en el hombro amistosamente a su hermano y ambos empiezan a reír.

Bill sabe que igual le costará obtener la confianza de ellos, así que no usará sus poderes por un buen tiempo.

Hi, S T R Δ Π G Σ RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora