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–Bill, a los años. ¿Qué pasa, amigo?

Bill abre sus ojos, mira a su alrededor. Estaban sus amigos, mirándolo.

–¿Chicos?

–Sabemos lo que te está pasando con esos humanos, no es saludable para ti y menos para un ser inmortal como nosotros, como tú, señor Cipher –se le dirige uno.

–Pero, ustedes no entienden, ellos me han integrado en su familia como uno más, tengo empleo en la Cabaña del Misterio, los mellizos Pines son buenos conmigo y...

–¡Bill, reacciona! –se le acerca uno, interrumpiéndole– ¿no te escuchas? Estás loco. Antes eras un jefe, un líder del caos y la destrucción, ahora estás débil. Los humanos son mortales, una de las tantas especies efímeras en ese planeta que tarde o temprano se enfermarán con los años, les agarrará cualquier cosa porque cada año, cada mes, cada semana, cada día que pasa su cuerpo es cada vez más débil.

Él se aterra, uno de sus amigos chasquea sus dedos mostrando el cuerpo de una persona cómo nace, viéndolo como un bebé y rápidamente cómo va creciendo hasta ver la vejez y la muerte repentina, los ojos de sufrimientos tras la muerte y ver cómo poco a poco se descompone el cuerpo, mostrando la carne, los órganos, los músculos, hasta llegar a los huesos y finalmente hacerse polvo y desaparecer por completo.

–¿A caso no ves? Y además, ¿que pasará con tu dulce y querido Dipper? No somos ciegos, sabemos cómo se miran, Bill.

Chasquea una vez más sus dedos y muestra una imagen de cómo se intercambian miradas, la vez que jugaron en Laser Tag y estaban riendo, chasqueó otra vez los dedos y mostró la otra vez en que salieron a solas a visitar más partes del pueblo. Seguía mostrando imágenes de cómo intercambiaban miradas, ellos tomando helado, ya sea estando rodeado de personas o no, se miraban mutuamente con un brillo especial en sus ojos.
Bill solo miraba, sonrojado, significaba algo mutuo, un sentimiento mutuo.

–¿Él... también...?

–Si, nosotros estamos vigilando al igual que tu, esperando ansiosos por el Raromagedón. –comenta con pasión– Pero tus sentimientos por el humano impiden todo eso. Bill, a ti antes te gustaba la destrucción, el caos. ¿A caos crees que no puedes evadir tu pasado cuando luchaban? Cuando el sepa quién realmente no te aceptará, te odiará, se alejaran de ti. Él, Mabel, Ford, Stan, hasta Soos se alejará de ti. Ahora tu tienes la oportunidad, ahora que tienes la confianza total de Ford, y la estás desaprovechando.

Bill mira con atención al ver que él chasquea sus dedos, mostrando como Dipper le mira enfadado, sabiendo la verdad y cómo lo abandona.

–Señor Cipher, sabemos de lo que usted es capaz y es capaz de causar el mayor daño. ¿No quiere ver a ese humano arrodillado ante usted, pidiendo misericordia como todo ser humano débil?

Él les queda mirando. «Es tú destino, Bill» les dice. «Déjese llevar, señor del Caos».

–¿Bill? –suena una voz atrás de él– ¿Eres realmente Bill Cipher?

Sus amigos desaparecen de la nada, se sorprende y mira atrás de él.

–¿Dipper? Mira...

–No necesito explicaciones –interrumpe a Cipher– pero... ¿cómo puedo saber qué no es un truco tuyo?

–Te prometo que no es ningún truco, Pino –le responde mirándole a los ojos, a lo que Pines se le acerca lentamente. Apoya sus manos en su pecho, Cipher rodea sus manos con suavidad a Dipper.

–Por favor, sigue tu camino, guíate por lo que quieres ser, Bill –dice relajado, mirándole a los ojos. Va subiendo sus manos al cuello de él, lentamente hasta apoyar las manos en los hombros del ser inmortal, Bill va inclinando la cabeza, chocan sus narices, forma una sonrisa leve en sus labios –. Pero... debes decirle al verdadero Dipper Pines, Bill –se detiene y se aleja de a poco–, prométemelo, promete que te abrirás.

–Dipper, por favor no te vayas –se desespera al ver que él se aleja de sus brazos–, estaré perdido si te vas de mi lado.

–Confía en mí, solo no te quedes dormido,  Bill. Solo dile y no te quedes dormido –desaparece.

–Es hora de dormir, señor del caos –escucha la voz de uno de sus amigos detrás de él, se da la vuelta y le entierra una garra en la frente.

Bill jadea, despierta, era solo una ilusión, un mensaje, dos caminos, una decisión. Todo por el destino...

Hi, S T R Δ Π G Σ RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora