Capítulo 4

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¿Quién eres tú?

Lo había despertado Amanda, diciéndole que todos recordaban cada detalle de lo que tenían que hacer. Ante eso, Lion se levantó rápidamente y salió a charlar con los demás acerca del tema.

-No es por molestar ni retrasar nada- lo interrumpió Louis una vez Lion comenzó a "realizar" la estrategia-. Pero me parece un poco más sensato si lo hablamos mientras almorzamos algo. ¿No creen?- preguntó al último.

La mayoría asintió, no parecían urgidos, pero era evidente que tenían que alimentarse. Amanda inmediatamente se puso manos a la obra con el almuerzo: huevo con chorizo, algo simple, no querían gastarse todo el avío, pues lo tenían solo para dos meses, aunque sabían que lo resolverían antes del plazo otorgado.

Una vez puestos los platos sobre la mesa, tortillas y agua, Lion comenzó a hablar.

-Ya sabemos que esto será en cubierto, cada uno ya sabe sus roles, por lo que tenemos que planear cómo haremos para resolver esto.- paró para morder un taco de su respectivo almuerzo.

-Bueno- empezó a hablar Zack-. Lo único que sabemos es que se fueron de viaje...tenemos que averiguar si llegaron a su destino.

-En la casa... puede que en el cuarto de los padres, tal vez haya papeles con el itinerario, guía de turista o número de hotel.- añadió Louis.

-También sabemos que tenían una mina, McCarthy dijo que el asesino puede estar en busca de las escrituras y el mapa para saber llegar. Debemos de encontrarlos- mencionó Héctor de pronto, más despierto y calmado que el día anterior.

A Lion le agradó en demasía que todos sus compañeros colaboraran para/con el tema, ahora no había duda de que por eso los habían elegido para resolver el caso.

-¿Y cómo empezaremos con la investigación?- preguntó Amanda

-Antes de todo investigaremos si llegaron a su destino, como dijo Louis- respondió mirando al de ojos negros.

Un chirrido interrumpió a todos, Lion frunció el ceño al igual que los demás. ¿Qué era eso? Lo único que podía hacer ese ruido era el portón de la entrada de la casa abriéndose. ¿Pero quién iría a la casa? ¿Y más si estaba abandonada? ¿Explorar?

Vieron sigilosamente por la ventana de la cocina a un joven bajar la rampa de la entrada y pasar al patio de la casa, justo en frente de la puerta principal. Lion abrió la puerta de la cocina, con la intención de acorralar al joven en el patio, salió al frente con sus compañeros detrás, se había llevado un sartén que encontró en la cocina, lo suficientemente grande como para noquear al joven.

-¿Es en serio?- preguntó Amanda en voz baja.

-Es por si intenta hacer algo "malo"

-Somos cinco contra uno, Lion, ni oportunidad tendrá el pobre

No le respondió, sabía que Amanda tenía razón. Los cinco- Lion con el sartén a la mano, en posición de defensa –cruzaron el pequeño pasillo para llegar al patio, vieron al chico pegado a la puerta principal, husmeando al interior de la casa, la puerta principal estaba cerrada. Pero los confundió e infundió sospechas el hecho de que un muchacho estuviera husmeando después de la muerte de los Acosta.

-¡Hey!- le gritó Lion- ¡¿Qué haces aquí?!

Rápidamente corrió hacia el joven y lo aplastó en contra de la puerta, este con una mueca de confusión y (gracias a lo fuerte que lo apretaba Lion) de dolor.

-¡Amigo, espera!- suplicó.

-¡No me digas amigo!, no somos amigos... dime que estás haciendo aquí- le ordenó.

-¡Lion!, espera, hombre- lo jaló Zack-. ¡Cálmate!

Lion mantenía el sartén en defensa, dispuesto a golpear al intruso. Amanda se lo quitó segundos después con una mueca de desaprobación, Lion rodó los ojos.

-¿Quién eres tú?- le preguntó al joven

-Me llamo Adán- respondió con voz débil-. ¿Puedo pasar?

-No- respondió inmediatamente Louis-. ¿Qué haces aquí?

-Soy el... ¡jardinero! Si, el jardinero, vine a ver si los Acosta habían llegado para poder comenzar a arreglar su patio.

Lo miraron no muy convencidos.

-¿Qué no sabes que les pasó?- preguntó Héctor con el ceño fruncido.

Adán negó confuso-. No...me dijeron que volviera uno de estos días...para, eh...darme los instrumentos necesarios para comenzar a trabajar.

Todos se quedaron callados ante esa declaración, ¿sería cierta? ¿El chico en realidad era un jardinero? No podían dar nada por sentado, algo era evidente: tenían que tener al joven cerca; como decía el dicho: Hay que tener a los amigos cerca, y a los enemigos, aún más cerca.

-Si no es mucha molestia... ¿Quiénes son ustedes?- preguntó Adán con cierta cautela.

-Estamos inv... ¡Auch!- comenzó a decir Lion pero un fuerte jalón de oreja de parte de Amanda lo hizo callar.

-Somos familia del esposo, familia directa, mi esposo, Héctor- mencionó señalando al aludido-. Es hermano del difunto, este- tomó de los hombros a Lion-, es el impertinente de mi hijo- decía mientras le apretaba con fuerza-, no le hagas mucho caso. Y ellos dos, son mis sobrinos, hijos de un hermano mío.

-Vaya, ¿y que hacen por acá?

-Nos enteramos de lo que le pasó a mi hermano- le respondió Héctor.

-¿Y qué le pasó?- cuestionó curioso Adán, aún sin saberlo.

-Lo mataron, junto a esposa e hijos- contestó Lion, seco.

-¿Cómo?

Adán parecía sorprendido, lo que hizo disminuir la sospecha de los detectives, excepto la de Lion, quien, con los ojos entrecerrados, evaluaba la situación.

LIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora