-¡NO PUEDES ESCAPAR DE MI!- bramó con voz demoniaca, "El Plateado".-¡VITALY!- Eres parte de mí ¡y lo serás hasta el fin de los tiempos!-¿Por qué te aferras a la efímera y sin sentido vida humana?-
Tienes mis poderes y, en consecuencia, eres un ser bello y extraordinario ¿Por qué malgastar tus talentos con tu madre y su hija sin poderes?
¡Porque... las... amo! - Vitaly Graznó con furia, volviendo a tartamudear, la verdad es que se ponía muy nervioso al ver a su Padre a quien le temía mucho, y que, aunque de momento no tuviera su brazo, podía destruirlo como quien aplasta un insecto. Además, si él se oponía ¿quién cuidaría de su madre y hermana?
¡Entiende! - vendrás conmigo como de lugar, debes conocer a mi Padre. Tenemos muchos planes para ti. ¡no querrás decepcionarlo! Lo miró con ojos amenazadores.
Vitaly miraba con sus ojos empapados en lágrimas, con una dulzura que evocaba la más tierna reacción, pero a su padre eso no lo tocaba, tantos millones de años viviendo le habían servido para no sentir nada, para no estar en contacto con ninguno de sus antiguos sentimientos. Sentimientos, eso era algo que no experimentaba hace mucho, tanto que no se acordaba siquiera cuando fue la última vez que lloró de felicidad o algo parecido, cuando fue la última vez que vio morir a algún amor, o cuando fue la última vez que sintió temor, o frustración. Sencillamente, no es que no le importara si no que, no sentía nada. Era su hijo, tenía sus poderes y puede que mucho más, pero eso no importaba, eso no hacia ninguna diferencia para Einar para él era simplemente un instrumento el cual tenía un uso práctico y que ahora necesitaba.
-Padre, déjanos en paz. Te lo juro que no provocare más daños, no sabrás nada sobre nosotros jamás... - dijo Vitaly con sentidas palabras que salían de su tierno y pequeño cuerpo. Mientras cruzaba sus dedos, haciendo señales....
-¡Estás perdiendo tu tiempo!- gritó Einar y salió disparado hacia Vitaly
Vitaly apretó fuertemente sus ojos y rogo por ayuda...
Mientras Einar corría a toda prisa por el bosque en dirección a Vitaly. Los mismos animales silvestres se escondían del miedo que provocaba "el plateado", en una escena pavorosa que haría recular hasta los más valientes... - VENDRAS CONMIGO- gritaba con voz de demonio
Las piernas del pequeño Vitaly temblaban como si de un sismo gigantesco se tratase, y la resignación rondaba su cabeza. No sabía lo que le esperaba, pero estaba seguro que no quería ir con aquel leviatán sin sentimientos que tenía desgraciadamente por padre. Tenía tanto miedo de dejar a su hermana y a su madre desamparadas. Además, no sabía que les había sucedido, sencillamente no podía dejarlas ahora.
Cuando, estaba apenas a unos metros delante de Vitaly -¡CRASH!- Retumbo un tronco que se estrelló a toda velocidad contra el Plateado, sin que éste lo atisbara. Salió disparado, volando por los aires, partiendo un grueso árbol milenario cuando lo impactó.
Vitaly miró al cielo que estaba nublado por la enorme sombra de su fiel bestia "13" - ¡GRACIAS! - dijo sin más y salió corriendo del lugar, con lágrimas que caían desde sus mejillas al húmedo suelo de aquel gélido bosque invernal, y que, de cierta forma, daban vida a su paso. Tropezando con todo lo que había en su camino, Vitaly trataba de sentir la débil señal de vida de su madre para poder dirigirse en esa dirección, pero, le era muy difícil, a oscuras y con tanta preocupación, no podía concentrarse. Su corazón estallaría en cualquier momento y su respiración era fuerte y entrecortada, el sudor le recorría todo el cuerpo, pero no pararía, su determinación no tenía termino, no se detendría hasta encontrarlas sanas y salvas.
-¡MALDITA BESTIA!- Einar bramó con furia demoniaca y sus ojos se tornaron de un tono rojizo, y rayos salían despedidos de ellos como una tormenta,- ¡este será tu fin!-. Einar se levantó y en un movimiento aumentado por un grito, hizo surgir un brazo desde su muñón -¡AHHHHHHHHHH!!!!!!- se sentían los gemidos que se repetían en la oscuridad - ¡Esta vez te matare con mis propias manos! - la rabia que era el único sentimiento que podía sentir con fuerza, lo colmó hasta sus cimientos y Einar pudo experimentar la adrenalina por primera vez, en mucho tiempo.
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Cuando Nadie Los Ve
HorrorUna desesperada madre soltera , debe lidiar diariamente con la desconocida enfermedad mental de uno de sus hijos; mientras que, se van suscitando situaciones en sus vidas que desafían toda lógica.