Ese oscuro bosque- Parte I

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Ese oscuro bosque -PARTE I-

Más tarde, en la madrugada...

3 AM

Elena caminaba por ese oscuro pasadizo, pala en mano, con el corazón reverberando en sus oídos, sintiendo cada paso como el último. Ya no le quedaban velas, debía recorrer esos metros por aquel gélido pasillo. El moho circundante se percibía en aquella casa, que a estas alturas veía con pavor, desconocimiento y angustia. Mientras más se acercaba al cuarto de sus hijos, mas aumentaba su tensión, no se escuchaba nada, solo su violenta respiración y los crujidos resonantes de aquellas derruidas tablas que tenía por piso.

Se veían nubes cristalinas de agua que salían despedidas de sus temblorosas exhalaciones

Sin embargo, ya no podía dar pie atrás, tenía que abrir aquella dura, mohosa y negra puerta. Tomó firmemente el pomo de la puerta y la abrió abruptamente...

-*¡ALÉJATE! DE MIS HIJOS, MALDITA BESTIA*- Gritó con una potencia indescriptible, en el momento en que le propino tremendo "Palazo" en la frente. Esta vez, "El Plateado" no anticipó el golpe y soltó a Vitaly que rebotó en su cama.

El Plateado se llevó las manos al rostro, y en el intertanto, Elena tomó a sus hijos con brutalidad y los puso en sus brazos, saliendo despedida por aquel asqueroso pasillo.

Era un momento de vida o muerte. Con todas sus ganas de vivir, corría lo más que su cuerpo le permitía, tropezando en el umbral de la puerta de salida. Con sus rodillas magulladas pero aun con sus niños intactos, se puso de pie como toda una guerrera y siguió su camino.

-¡Achhhh!- Sonaban los rápidos y forzados respiros que daba, le dolía el pecho de tanto esfuerzo, pero no había tiempo para pensar en ello. Debía seguir corriendo, por su vida y la de sus hijos.

Cada tanto pensaba en -¿Qué estaba pasando?- sencillamente no tenía idea, tampoco quería aceptar la idea de que su hijo era el mismo Diablo, pero la realidad la estaba abrumando, no sabía que pensar, a veces miraba a Vitaly y no podía imaginarlo de otra forma, era su hijo, lo había visto crecer. Esos ojos de amor y ternura que tanto lo caracterizaban ¿eran realmente los ojos del demonio? O simplemente todo era un confusión, una muy extraña confusión.

Mientras corría con sus hijos, en sus cansados brazos, el frio comenzó a inundar aquel paramo desolado, donde no había ni una sola alma. ¡AYUDA! Gritaba Elena, pero nadie salió ni siquiera a mirar por las lúgubres y sucias ventanas de aquellas derruidas y poco luminosas casas, -"estaban solos" -concluyó.

*Kathy miraba a su hermano, esperando que no le diera una crisis*

De pronto...

Cuando habían llegado al oscuro jardín de niños

Elena advirtió que... ¡Esto ya lo había vivido!- Se dijo a sí misma. Quedó pasmada y con la boca abierta. –Estoy segura de que esto, ya nos sucedió- pensaba para sus adentros.

Impávida y sin emociones, la pobre Elena, pensaba que esto era una especie de "Deja Vu" .Ella sabía que esto lo había visto, en sus sueños. Ahora no sabía que era real, algo siempre estuvo sucediendo en sus vidas y ella jamás lo advirtió. Jamás pudo vislumbrar lo que sucedía con sus hijos, hasta que ya era muy tarde.

-¡VAMOS A ESTAR BIEN!- les decía a sus hijos, en aquel oscuro y desolado jardín de niños

De repente...

Alcanzó a ver al "Plateado" acercarse a grandes zancadas y sintió una pavura ininteligible. Un miedo que llegaba hasta lo más recóndito de su ser. Se arrodilló al nivel de sus asustados retoños y con lágrimas que recorrían su endurecido rostro les dijo – VAMOS A ESTAR BIEN-

Cuando Nadie Los Ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora