Acto Primero: "Engaño y Prestidigitación"
Einar tomaba con fuerza el pequeño brazo de su asustada hija, sin desacelerar la marcha, sin compasión por aquella llorosa niña. Iba tan apurado que ni siquiera pensaba en tomarse un pequeño descanso, cojeando y sangrando por varios lugares. Einar iba como alma que lleva el diablo mientras la suave niña sollozaba apenas perceptible, ensimismada, como un pequeño animalito en el rincón de un cuarto demasiado grande.
De pronto un homúnculo, cometió el error de cruzarse en el camino de Einar y fue rápidamente rebanado desde la cintura, la sangre y tripas se dispersaron, como una vasija rota –Camina rápido, Katherine- Bramó Einar con total brusquedad que jamás correspondió a un verdadero padre. Los ojos de la niña se volvieron al suelo como buscando un pequeño recoveco donde poder refugiarse mentalmente, donde poder creer que esto, no estaba sucediendo, en donde sus fantasías de niña podían cumplirse. Escapar a un lugar donde al fin, pudiera conocer algo parecido a la felicidad...la niña alzó su mano y apretó fuertemente la mano de su padre y comenzó a correr mirando el suelo, con el fin de poder seguirle el paso a su gigante padre.
De cierta forma Kathy sabía que jamás volvería a ver a su familia, que jamás volvería a sentirlos, pero trataba de pensar en los momentos bonitos, solo quería quedarse con eso... con las sonrisas, los besos, los abrazos antes de dormir. Las comidas en esa pequeña y roída mesa, antes de que todo empezara a ir cuesta abajo.
-¡Nos encontraremos en el sector B!- Gritó Einar a través del comunicador que tenía en la muñeca.
El gigante seguía corriendo arrastrando a la pequeña mientras fruncía el ceño en señal de preocupación, algo lo motivaba a querer salir de inmediato de ese helado y derruido edificio. Los pasillos parecían interminables columnas blancas plagadas de moho y manchas oscuras que se sucedían una tras otra.
De pronto Einar se detuvo en seco, frente a una gigantesca y gruesa puerta de acero, con varios cerrojos que hacían pensar que algo muy peligroso estaba encerrado en aquel lugar.
- ¡LLEGUE! - Bramó con apuro, el colosal Einar –¡DIME EL CODIGO! - preguntaba a través de su comunicador mientras miraba a todos lados con recelo y paranoia. Entretanto permanecía parado mirando el techo, y movía la cabeza desde arriba hacia abajo, como aprobando algo. La niña lo miraba absorta, sin emitir ningún tipo de ruido, que pudiera alterarlo.
Sin compasión alguna, jaló a la niña para poder acercarse al panel que había a un costado de la puerta. Rápidamente insertó el código que le habían dicho, y la pesada puerta comenzó a abrirse muy lentamente, dejando escapar gases que en apariencia llevaban mucho tiempo allí.
Entre los fétidos gases confinados, se pudo visualizar una figura futurista, parecía un soldado blindado o algo parecido, con una gigantesca arma en sus brazos. La niña estaba muerta de susto, casi en forma literal. Como si se tratase de un buen padre el que tenía en frente se escondió detrás de sus piernas como tratando de alguna forma protegerse, aunque sea un poco.
La figura con casco se acercaba a paso rápido, entre la nebulosa, mientras en la cara del Plateado, se esbozaba una sonrisa de aceptación.
Cuando se acercó lo suficiente, llevó su mano, hasta su casco y apretó un botón que lo abrió en el acto. Una pelirroja, de ojos intensamente azules, miro a la niña con aprobación y le sonrió.
- ¡SFORZA! - Por fin nos vemos. Ya sabes los detalles del plan. La tarea de ahora, solo es llevársela y protegerla como de lugar, en el improbable caso de que las encuentren, tendrás que dar tu vida por ella. ¡CUIDALA!, es y será tu mayor tarea.
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Cuando Nadie Los Ve
HorrorUna desesperada madre soltera , debe lidiar diariamente con la desconocida enfermedad mental de uno de sus hijos; mientras que, se van suscitando situaciones en sus vidas que desafían toda lógica.