¡He Padre! ¿Cuál es el mayor de sus miedos?...

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Varias semanas después...

-¡Kathy!- trae a tu hermano y vengan a cenar, Elena dijo con voz dulce y tenue -más les vale que se coman toda la comida- farfullo haciendo muecas y frunciendo el ceño. Mientras Vitaly y kathy se sentaban a la mesa.

Las velas hacían sombras que bailaban sobre aquella improvisada y pequeña mesa para tres. El fuego que se mantenía encendido en aquella chimenea apenas alcanzaba para mantenerlos calientes, así que, a pesar de tener aquella brasa, también estaban muy abrigados.

-Bueno, quiero saber ¿cómo les ha ido en la escuela?- pregunto Elena

-A mí bien- interrumpió kathy con gran entusiasmo; -pero siempre me molestan- agregó

-¿Y qué te dicen?-, pregunto la madre

-Me dicen que Vitaly es un tonto y que, es el hijo del diablo...

Elena trago saliva y le dijo -no les hagas caso- la mitad de ellos con suerte terminara el colegio, y tú eres muy inteligente, por lo tanto, lograras muchas más cosas, solo le temen a lo que no entienden...

**Vitaly miraba con sorpresa como esas sombras formadas por las velas se contorneaban, y divagaba imaginando mundos inexplorados, situaciones de ficción y cuentos que se le pasaban por la mente. Sonreía y se reía solo**

Kathy y Elena, lo miraban con absoluta felicidad, hace mucho que no lo veían así de contento...

De pronto...

***¡CRASHHH!!!! ¡CRACCCCCCCC!!!***

Resonó el estruendo de la ventana quebrándose. Todo se estaba llenando de humo, y llamas.

-!Qué pasa!!!-, Gritó Elena con desesperación, mientras se volcó encima de sus dos hijos.

Todos gritaban entre el humo y la desesperación

Vitaly comenzó a sentir como una rabia inenarrable le recorría el cuerpo, estaba perdiendo el control, se estaba dejando llevar por las emociones. Sus ojos comenzaron a brillar de un intenso color azul eléctrico y cuando parecía que se le saldrían de la cuenca, todo se detuvo.

Elena y kathy estaban allí congeladas, sin emitir sonidos ni mover ningún músculo, quedaron en la posición en la que lo abrazaban, pero en la más real apariencia estaban sin conciencia, apagadas por así decirlo.

*De pronto una tormenta comenzó, haciendo resonar impetuosamente sus truenos*

*La lluvia caía a chuzos y los rayos no se hicieron esperar*

En el intertanto, Vitaly tomó a su madre y su hermana y las sentó en un deshilachado sillón. Las besó y caminó hacia la puerta tranquilamente. Paso por el lado del fuego que se había iniciado, que también estaba congelado en el tiempo. Cuando se acercó a la puerta, está se abrió de golpe, dejando entrar el frío invierno. Mientras sus ojos, aún brillaban intensamente. Siguió hacia la entrada, bajo los tres peldaños y observó al gentío con antorchas, que se hallaba en el lugar.

*Con la voz gruesa y gutural de un demonio adulto gritó*

-¡Que se muestre, aquel que lanzó la antorcha!- dijo Vitaly

Uno de los hombres como un zombi sin raciocinio camino hacia adelante y se quedó allí. Todo esto, ante la mirada atónita de las personas que yacían inmóviles del miedo

-¡Es el hijo del demonio!, ven que tenía razón, ¡hay que quemarlo!- gritó el Cura

¡CÁLLATE!!! Contestó Vitaly, y de su boca emergió un viento que lo lanzó dos metros por el aire.

Cuando Nadie Los Ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora