Capítulo 21 - You should see my scars.

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Esta vez no desperté a mi pobre chófer. Me tomé el primer taxi que pude encontrar y todo el tiempo escuchaba la voz quejumbrosa de Pigglet diciendo "no, lo vas a poner en peligro." No había poder humano que me mantuviera lejos de él. Era así de simple. Tan simple que hasta me percaté de que si teníamos una conexión era probable que supiera si estaba grave o seriamente herido. Yo había visto sus heridas sanar con rapidez infernal. ¿Qué era lo diferente ahora? Todas esas preguntas se agolpaban en mi mente, mientras tanto leía el grimorio tratando de encontrar una respuesta para lo que estaba buscando.

"Ilusión, Ilusionismo..." Pasaba las hojas leyendo todo lo que podía encontrar.... Hasta que lo hallé. Ese maldito de James no iba a saber lo que lo había golpeado una vez que terminara con él, Pigglet no podría tocarlo pero yo no era Pigglet. Nadie me ponía correa.

El taxi se detuvo en la casita de puerta roja. Pague al conductor y esperé a que se marchara para golpear. Antes de que pudiera hacerlo las ansiosas manos de Camdem me metieron de golpe por un pequeño espacio de la puerta. Me parecía increíble haber podido pasar por ese pequeño hueco de la puerta pero antes de que me quejara por ser apretado como una naranja en jugo me dijo sombrío.

— Tardaste demasiado.

—Lo siento hice lo mas rápido que pude... tuve que tomar un taxi y... — Comencé a disculparme cuando vi a Shabby que venía con una palangana con vendas manchadas de sangre negra. El corazón casi me da un vuelco. Creo que la pequeña Bastetis vio mi cara de horror, porque me habló con rapidez algo acongojada.

—Parece muy terrible pero se va a poner bien...Cam dale algo fuerte que lo perdemos. — Por un momento pensé que Cam me iba a traer un buen trago de vodka o algo así pero peló una pastilla con sabor a menta y me la empujó por la garganta.

—El azúcar va impedir que la presión te baje de golpe. — Dijo — Si sigues empujando alcohol a tu sistema vas a terminar con cirrosis a los veinte.

Me sorprendió. Camdem tiene esa cosa de que parece un tipo duro pero en el fondo sé que algo debe quererme. Me palmeó la espalda mientras Shabby se fue a la cocina y lentamente me condujo hasta el cuarto de Pigglet. Estaba nervioso y asustado como un niño pequeño, por supuesto que lo dejaría guiarme a la habitación. Se detuvo delante de la puerta y apretando la mandíbula me dijo:

—Tienes dos horas antes de que se marche. ¿Lo entiendes? Nada de andar mariconeando y perdiendo el tiempo. Tiene que recuperarse. — Lo último que hizo fue apoyar su mano en mi hombro y apretarlo como para darme fuerzas. El vampiro se había ganado mi boca cerrada por un rato. No lo iba a joder llamándolo crepúsculo aunque me divirtiera hacerlo.

—Hola extraño. — Dije entrando al cuarto con los ojos enfocados al piso. — ¡Si estás desnudo e impresentable mucho mejor! — Todavía no lo había mirado completamente, tenía miedo de hacerlo y que estuviera irreparablemente dañado hasta para los niveles de un demonio. Su quejido y una carcajada lastimera me indicaron que estaba adolorido. Fue entonces cuando lo miré bien.

Probablemente, mañana...  (Allan Woodhouse #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora