Capítulo 22 - You Don't mean it but it hurts like hell

39 4 17
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yo estaba tratando de sopesar mis sentimientos hacia todo. Era una maquina inoperante que no podía lidiar con toda la mierda que era mi vida, básicamente me mandaba cagadas las veinticuatro horas del dia. La última visión que había tenido había sido la de la pelea y como un idiota no había dicho nada, quizás Serethias lo hubiera podido evitar y ahora la verdad, es que la había cagado. Cagado a la décima potencia.

—Lo que sucede es que lo pensaste como humano. Creíste que si ponías a tu hermana en contra de James con eso lograrías apartar al demonio de su marca. Nada aparta a un demonio de lograr sus objetivos Allan, son como lobos hambrientos capaces de perseguirte por una eternidad. Por eso Pigglet quiere asumir la culpa de todo. Para evitar que la cosa escale en violencia. — Me explicó Georgie con su tranquilidad habitual. — Ves esto. — Encendió una llama en una mano y luego otra en su otra palma. — Son como dos fuegos que se encuentran.

—Lo único bueno de esto es que los fuegos mueren cuando el oxígeno se consume. Los fuegos se matan entre ellos. Los mismo pasa con los demonios, pero nosotros nos mantenemos alejados de ellos porque... ningún sobrenatural quiere quemarse. —Dijo Shabby explicando por qué Pigglet tampoco los quería a ellos en el medio. — Apenas nos dejó ayudarlo porque sabía que solo no llegaría muy lejos, tu chico tiene un serio caso de orgullo de caballero de la mesa redonda. Y tú te mandas tantas metidas de pata como damisela en apuro. Por eso se aman.

—Hey, no soy ninguna damisela en apuros, si no lo notaron nos salvé de los Warlock. — Afirme algo ofendido, porque seamos honestos a nadie le gusta escuchar que uno se manda cagadas pese a que lo vive haciendo. Una cosa es reconocerlo uno, otra es que te lo digan los demás.

—Sólo porque hiciste que te mataran. — Remató Shabby con su cara de "¡Por favor a mamá no!" realmente me iba a tomar en serio esto de que fueran mi familia adoptiva, Sha me estaba vapuleando como si fuera de mi propia sangre.

—Ok esto es lo que haremos. Pigglet necesita una coartada y las protecciones de los demonios saben darse cuenta de las trampas. Tiene que ser real.

—Bueno, está encerrado en un cuarto con una runa. Eso puede quedarse así. — Dije tratando de aportar algo a la idea de Georgie.

—¡Que los puedo escuchar idiotas! — Gritó desde el piso de arriba Pigglet que arrastraba los pies como un león atrapado en una jaula.

—¡Lo sentimos bebé! — Exclamó Shabby — Es para prevenir un mal mayor. — Me miró como si debiera decir algo para que Pigglet se calmara pero la verdad es que no sabía que decir.

—¿Alguna visión que quieras compartir con nosotros, mi Príncipe o era Caballero? — Shabby me empujó el hombro como diciendo "¡En serio!" Sabía que él estaba herido y medio debilucho pero no iba a exponerme a ninguna ridiculez melosa delante de los chicos. Ya había hecho el ridículo en WhatsApp pero no en vivo y en directo.

Probablemente, mañana...  (Allan Woodhouse #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora