Allan Woodhouse es prácticamente de la nobleza y su encarnación más libertina. Amante del amor y el caos va por la vida a los tumbos para disgusto de sus padres que no saben como controlar a su inquieto hijo.
Una noche de juerga la vida de Allan da...
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Me senté en la silla con la mano de Pigglet todavía en mi hombro. Era como si me hubieran puesto una maldita correa en el cuello y la sensación no era agradable. Uno a uno, shabby, Georgie y Camdem se sentaron en los sillones y me contemplaban con mirada curiosa. ¿A caso el espectáculo de feria era yo?
―¿Cómo te enteraste lo que somos? ― Preguntó Georgie y aclaró― No soy un hombre antorcha, soy un fae, un fuego fatuo. ― Respondió mientras yo le lanzaba la mirada fatal de chihuahua enojado.
―Porque ya viví este día y termina muy mal. Muuuuuuuuuuuuy Maaaaaaaaaaaaal. ― Respondí estirando las vocales como para que les entrara la gravedad del asunto.
―¿Mal para ti o para todos? ― Preguntó con curiosidad enarcando una ceja Shabby
―Para todos. Para mi termina antes pero creo que para todos termina unos minutos después―respondí a regañadientes.
―Ah, lo sabía... jamás te hubiera dado el don sin ninguna buena razón. ― Dijo Pigglet aplaudiendo y caminando fue a buscar una silla para sentarse a mi lado. El tipo estaba en plan "rodemos a Allan en nuestros brazos malignos". Pigglet puso la silla pegada a la mia e instintivamente me corrí hacia la izquierda por lo que me pasó la mano por la espalda y me atrajo hacia sí. Luego inesperadamente pasó su mano por mis rizos rubios y sacudió mi melena como para que me relajara. "Yeah Right...that's gonna happen... ever!"
―Sabía que había una razón para que hiciéramos el pacto.
― ¿Qué pacto? ¡Yo no hice ningún pacto! ― Grité de pronto sonando como una exploradora asustada.
―¿Nunca dijiste "lo prometo" o algo por el estilo en esa noche que ya viviste y terminó mal... muuuuy maaaaal― Dijo haciéndome burla. Abrí la boca para decirle "Que te la den." Pero eso fue lo que el me pidió que le dijera cuando me estaba muriendo. "Lo prometo" Luego se puso sentimental y me besó la frente... Las palabras que entonces no tenían ningún significado ahora me venían a dar una buena tundra... ¿Acaso había hecho un pacto con un demonio?
―Me cago en toda esta mierda. Si puede que haya dicho lo prometo pero no se a que y si vienes a comerte mi alma para llevarla al infierno sólo diré que voy a dar pelea.
―Primero, si, le acertaste, me alimento de la energía de los espíritus, asi que técnicamente como almas pero no me prometiste tu alma. Los demonios de mi categoría no hacemos esa clase de promesas o pactos. Sin embargo hacemos pactos por beneficios, así que definitivamente debo haber sacado algo bueno para que te diera el don.
―¿Qué don?
―Sólo que no lo recuerdo. Porque retrocediste al mismo día, eso quiere decir que lo que pasó quedó en una línea paralela. Por lo que técnicamente pasó y no pasó ¡Mira que eres afortunado bastardo! ― Dijo Pigglet con una sonrisa mostrando los dientes. ― Necesito un cigarrillo. ― Sacó del bolsillo de su chaqueta un cigarrillo y se lo puso a fumar cual oruga de Alicia en el país de las maravillas. Mientras hacia letras "O" con el humo los demás lo miraban.
