Me encuentro nerviosa de verla nuevamente, no se como actuar esta vez luego de los besos que compartimos la semana anterior.
— Hola Camz —su voz interrumpe mis pensamientos y giró al verla apoyada en la barra que terminaba de limpiar.
— Hey hola a ti —no evitó sonreír al verla.
—¿Cómo has estado bonita? —mis mejillas comienzan a tornarse de color carmesí ante el apodo.
— Muy bien pero tengo que volver al trabajo o seré despedida linda —asiente y pide su habitual malteada de fresa.
— Aquí tienes, espero que tengas un lindo día —dije y me agradece, su mirada baja a mis labios y muerdo estos intencionalmente.
— Nos vemos pronto babe—deja un beso en mi mejilla y sale del local.
Veo una servilleta que tiene mi nombre con una perfecta caligrafía y no dudo en abrirla.
"Tu y yo tenemos una cita, regresare por ti a la hora que se termine tu turno.
Att: la chica de las malteadas"