Capítulo 2: Libertad

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¡Yo soy Sam R. Maker y estoy buscando a Evel! — Gritó resonando en todo el pueblo.

Los aventureros apaleados por Sam se habían recuperado y querían atacar al mismo tiempo pero...

— ¡Deténganse! — Exclamó un hombre misterioso con una cicatriz en su mejilla izquierda.

El hombre tenía una chaqueta blanca con una gran capa roja, unos pantalones crema y unas botas con suela metálica.

Idiota... ¿Quién te crees que eres? — dijo unos de los aventureros.

Los dos aventureros con gran velocidad se acercaron al hombre mientras ellos cargaban sus técnicas. El hombre simplemente volteó a verlos y una extraña fuerza los embistió, dejándolos inconscientes. Todos sintieron pavor al ver tanta fuerza como para derrotar ha dos aventureros tan fácilmente.

¡Evel, sabía que estabas aquí! — exclamó Sam acercándose al hombre que se llamaba Evel.

Sam... Pensaba que estabas en tu pueblo natal.

Nop, ahora busco aventuras y volverme más fuerte — dijo Sam mientras se veía ilusionado.

Arthur sabía que se trataban de extranjeros de algún pueblo lejano, ese tal Evel parecía ser más fuerte de lo que aparenta al igual que Sam. Arthur se acercó ha Sam para intentar saber más.

Oye Sam... ¿Quien es este hombre?

Oh, disculpa, él es mi amigo Evel... Y Evel, es el Arthur, él me guió aquí. —Dijo Sam presentandonos.

Evel lanzó una sonrisa a Arthur que el parecía muy nervioso mientras Sam no paraba de hablar.

... Tú también eres un soñador ¿verdad? — Dijo Evel mientras tomó el hombro de Arthur.

¿Qué? — contestó Arthur al no saber de aque se debía su pregunta.

Los soñadores... Esas personas que buscan subir de nivel para proteger a sus compañeros, creo que nosotros tres somos soñadores ¿no? —Explicó Evel con firmeza e ímpetu.

Arthur aún no comprendía muy bien el significado de esa palabra para él... Mientras que Sam parecía estar enojado, ya que ninguno le hizo caso en todo su monólogo.

Luego Sam, Evel y Arthur entraron al bar donde empezaron hablar entre ellos. Arthur descubrió que en el palacio de la ciudad de Meroli, el cual tenía un gran avance en defensa y ataque. Sam quería ir allá y retar al comandante Marcelino (El más fuerte de la ciudad, dicen que su nivel está entre los 20).

¿Estás loco? Un nivel 20 es imposible de vencer, yo soy apenas nivel 3 y he tenido un entrenamiento muy duro por un año. — Dijo Arthur que parecia impactado al saber que enfrentará a Marcelino.

Evel sonrió y se levantó del taburete, tomó su capa y miró a Arthur.

Los niveles no son importantes cuando tienes el corazón de un guerrero... ¡Sal de tu zona de confort y enfrenta al mundo! — Dijo Evel saliendo del bar con un aire de grandeza sobre él.

Arthur se puso a reflexionar sobre lo que acaba de decir Evel, el miró a Sam el cual se encontraba comiendo un gran muslo de carne.

Oye... ¿Cuál es tu nivel? Derrotaste a esos aventureros muy fácil sin técnicas —Dijo Arthur intentando que Sam le prestará atención.

¿Yo? No lo sé, nunca he usado uno de esos "statspod" — Contestó Sam apenas pudiendo hablar con su boca llena.

Los "Statspod" son dispositivos que analizan el nivel y sus Stats como defensa, ataque, etc. Este dispositivo lo llevan cualquier aventurero después de comenzar su aventura.

Arthur miró su pequeño cuchillo, y se dio cuenta que nunca ha salido de este pequeño pueblo por miedo de enfrentar alguna bestia más fuerte que él y terminar muriendo. Arthur apretó el cuchillo y miró a Sam quien se dio cuenta de que él quería decirle algo.

Sam... Déjame ir contigo, yo quiero ser muy fuerte — Dijo con firmeza Arthur con sus ojos fijos a él.

Claro, no hay problema — Responde Sam sin reacción alguna y siguiendo comiendo.

Tiempo después, Arthur prepara sus cosas para aventurarse con Sam.

Bueno, ahora me voy de aquí... Cuando vuelva seré lo más fuerte que pueda ¡lo prometo! — Dijo Arthur en su cabeza mientras abandona su casa, cerrando la puerta.

Sam parece estar listo para seguir mirando a Arthur quien asintió con la cabeza. Los dos salen corriendo de el pueblo cada uno con una sonrisa... Una sonrisa de libertad.

<<¡Continuar!>>

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