Capítulo 8: La llegada a Melori

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Una hora después de lo acontecido en la antigua fortaleza, el carruaje llega a la ciudad melori. Liria intenta hacer lo posible por mantener las heridas lo más cerradas que pueda para evitar que se desangre. El carruaje se detiene en una gran mansión donde rápidamente vienen mayordomos y sirvientas para recibirlos, el padre de Liria abre la puerta del carruaje con Sam en sus brazos y dice:

¡Busquen al médico!

Ellos estaban confundidos pero aún así se llevaron a Sam adentro de la mansión. Liria muestra una sonrisa aliviada pero cae al suelo del agotamiento, viniendo algunos mayordomos preguntando si se encontraba bien.

— Estaré bien... Llévense a ese chico también, está también lastimado — Dijo Liria apunto a Arthur.

Los mayordomos se lo llevaron tambien, Arthur voltea mirando a Liria preocupado por ella. Al día siguiente, las heridas de los dos fueron tratadas y ambos se encuentran en cama.

Señor Moniur, ¿Como esos chicos obtuvieron esas heridas? Nunca había visto esas marcas de garras que tenía el chico del chaleco — dijo uno de los enfermeros.

Combatieron en la antigua fortaleza de bestias... — Dijo el padre de Liria que su nombre era Moniur.

¿Qué? ¿Esos chicos entraron a la fortaleza? — Dijo un mayordomo quedando todos impresionados.

No solo eso, destruyeron la fortaleza volviéndolo un montón de rocas por combatir con un Oso Nerio Alpha — Dijo Liria interrumpiendo.

Todos estaban sorprendidos, un alpha es como el boss más fuerte de su especie, suelen tener nivel más alto que el promedió, inclusive teniendo el doble de lo normal.

Esta gente no son normales, debemos llamar al comandante Marcelino — Dijo uno de los mayordomos asustado.

No, salvaron mi vida, además, ellos no han hecho nada malo — Respondió Moniur un tanto enojado.

Liria aún se sentía culpable así que fue a verlos, encontrando despierto ha Arthur. Arthur parecía un tanto confundido, viendo que tenía una bata de hospital y vio que Sam se encontraba en la cama de al lado, parecía mejor de lo que él  esperaba.

¿Liria? ¿Sam ya está bien? — dijo Arthur mientras se levantaba de la cama.

Si, pronto despertará... Lo siento.

Ya deja de disculparte, estamos bien ¿verdad? — dijo Arthur levantando sus brazos.

Liria sonrió por como actuaba Arthur, parecía muy feliz. Después Arthur estaba buscando su ropa, su cuchillo y daga, notando que no estaban en la habitación.

¿Dónde están nuestras cosas? — preguntando Arthur a los mayordomos que se encontraban ahí.

Sus ropas estaban muy gastadas y rotas de la pelea, así que decidimos comprarles algo de ropa como agradecimiento — Explicó uno de los mayordomos.

¿Y la daga y el cuchillo?

Las sirvientas las están limpiando y siendo pulidas... La señorita Liria nos lo pidió — dijo otro mayordomo.

Arthur tomó su nueva ropa; era playera con una sudadera sin mangas, unos pantalones largos negros con muchos bolsillos, unas botas resistentes y un cinturón para llevar el cuchillo y la daga. Liria vino y le entregó un Statspod, ya que el otro ya estaba muy dañado y obsoleto.

No sé como pagarles todo esto — Dijo Arthur mientras bajaba su cabeza.

Ya lo hicieron, gracias Arthur y Sam — Mostrando una sonrisa en su cara.

Mientras, Sam empezaba a abrir los ojos, estaba muy confundido porque no sabia donde se encontraba, empezó a quitarse las vendas y comenzó a caminar por todo el pasillo. Vio a Arthur y Liria con un montón de mayordomos cerca de ellos.

¡¡Hola, Arthur y Liria!! — gritó Sam a los dos.

No tienes que gritar... Estamos justo aquí — Opinó Arthur feliz de verlo.

vaya, no puedo creer que perdí contra ti en esa fortaleza — dijo Sam refiriéndose a su apuesta de quien encontraba primero al padre de Liria.

Liria le paso su nueva ropa a Sam, el se sorprende ya que parecía muy cara. Eran un chaleco amarillo con un símbolo de un ave rojo en la espalda, una plallera roja, unos pantalones cortos negros y unas sandalias.

¿Es para mi? Genial, adoro todo esto — dijo Sam muy animado.

Esto también... Un Statspod para ti, noté que no tenías uno así que... — dijo Liria muy avergonzada mostrándole el Statspod.

No gracias, en mi pueblo casi todos allá no lo usan, dicen que es un poco "antiético"  y no me gustaría que se enojaran conmigo — dijo Sam rechazando el regalo.

Liria agachó su cabeza por rechazarle el Statspod, Sam intenta animarla poniendo caras tontas haciendo que soltara unas risas igual los mayordomos. Arthur se sentía bien al ver como su aventura se volvía emocionante.

Bien... Ahora, busquemos al comandante Marcelino —Dijo Sam chocando sus puños con una sonrisa en su cara.

<<¡Continuar!>>

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