CAPÍTULO 8

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CAPÍTULO 8

Al final, decidí comprarme la camiseta de los LA Lakers, para llevarle la contraria a Taylor.

-¿A qué hora es el partido?-le pregunté cuando salimos de la tienda de deportes.

-A las 8pm-respondió-. Todavía tenemos 4 horas. ¿Qué te apetece hacer?

Durante ese tiempo que había pasado con él, ya estaba mucho más cómoda y me había servido para descubrir que, en realidad, Taylor era muy agradable.

-No conozco nada aquí. ¿Qué sueles hacer tú?

Se quedó pensativo hasta que se le ocurrió algo.

-Te enseñaré algo.

Volvimos a su coche y él condujo durante unos 15 minutos. En el trayecto recibí un mensaje de Nash. No había hablado con él desde el día anterior. «¿Qué haces antes del partido?».

«Estoy en una...» empecé a escribir, pero lo borré. ¿En qué estaba? ¿En una cita con Taylor? Me iba a llevar a un sitio que quería enseñarme. No había pensado en ese encuentro como una cita; solo habíamos quedado con amigos. Pero, ¿lo del beso? ¿A que había venido?

«Taylor y yo hemos ido a comprarme una camiseta para el partido. Ahora vamos a otro sitio, no sé a dónde» escribí finalmente.

«Me hago una idea» fue lo único que respondió. ¿Le había ofendido que quedara con Taylor?

Iba a decirle algo más, pero habíamos llegado a donde Taylor me quería llevar, así que lo despedí.

Había aparcado el Land Rover en la arena entre un montón de rocas, así que no veía que había detrás, aunque olía a humedad.

Me cogió de la mano después de abrirme la puerta del coche, pero la solté de golpe. Otra vez una reacción de esas repentinas. Me sentía mal por ponérselo tan difícil, pero me salía ser así con él. Me caía bien y... me atraía, pero había algo en él que no me gustaba. No terminaba de fiarme de él. En cambio Nash, a quien últimamente tenía un poco olvidado, me cuidaba y se preocupaba por mí. Creía que también me gustaba, pero estaba muy confundida. Ambos daban señales de que les gustaba, pero no estaba segura. Nash había estado conmigo desde el primer día y nunca me había dejado sola; Taylor me había defendido en la fiesta e insistía en quedar conmigo.

Taylor suspiró cuando solté su mano. Parecía decepcionado.

Estaba tensa, pero no debería estarlo. Inspiré una vez, solté el aire y me acerqué a él. Agarré su mano y le sonreí. No hacía falta que me pusiera borde y distante con él. No tenía razones para ello.

Se sorprendió con que le agarrara la mano, pero me devolvió la sonrisa y me guió hacia las rocas. Se puso a trepar por ellas y me indicó que lo siguiera. Cuando llegamos arriba del todo - las rocas eran enormes - pude ver que me había llevado a la playa. Bueno, no era la playa exactamente, porque no había gente y sólo eran rocas y mar. Todavía era de día, así que había mucha luz, pero aún así era muy... ¿Íntimo?

Taylor se acomodó en una roca de cara al mar y yo me senté a su lado. Lo único que se oía era como las olas rompían en las rocas y la respiración fuerte de Taylor. Él miraba al agua y yo lo miraba a él. ¿Por qué no aceptaba que me gustaba? Se estaba preocupando mucho por mí y, casi había olvidado que un beso suyo dependía del resultado del partido de esa noche.

Taylor giró la cabeza y me descubrió mirándolo. Me puse roja y miré para otro lado, pero lo ignoró y rompió el silencio preguntándome por mi vida en España. Durante una hora hablamos de nuestras cosas y me contó cómo era su vida en Indiana antes de mudarse a Los Ángeles por su fama. No me di cuenta de cómo sucedió, pero Tay me rodeaba los hombros con el brazo y mi cabeza reposaba en su hombro. Ambos mirábamos al mar en silencio y, poco a poco, Taylor fue acercando su cabeza a la mía. Justo cuando me iba a besar me aparté de golpe, nerviosa. Miré para otro lado ocultando mi vergüenza.

Otro salto para alejarme más de él. ¿Cuántos iban ya? ¿Por qué no lo besaba y dejaba de comerme la cabeza arrepintiéndome?

Para que no perdiera la esperanza y lo diera por perdido conmigo, le dije:

-La apuesta, ¿recuerdas?

Respondió con una sonrisa torcida hacia un lado y dijo:

-No me lo vas a poner nada fácil, ¿eh?

Life with MagCon boysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora