Mi novio es una Súper Estrella (Justin Bieber)

Capitulo 27: "Electricidad"

CAPITULO 27

Estaba nervioso, tenía mucha intriga de saber cual sería la reacción de Annie frente a un partido de Basketball. Mi papá luego de saludar a Annie, me guiñó con un ojo, indicando que todo estaba bien.

Ella se sentó en el sofá mientras mis hermanos le mostraban un juego en la tablet. Se hacía la que no entendía el juego, les decía cosas como "soy muy mala en este juego, ustedes son mejores" Y hacía que se rían, dejando que ellos jueguen mientras ella observaba y de reojo me miraba. Me causaba ternura.

Miré mi reloj y era hora de irnos así que fuimos con Annie al dormitorio a vestir a Jazzy y a Jaxon.

-Justin quiero que Annie me vista - Me dijo mi hermana

-Claro cariño, ella te va a ayudar mejor

Tomé en mis brazos a Jaxon y le pregunté si quería ponerse la remera de los Miami y me dijo que si. Lo peiné tal como yo lo hago, quedamos idénticos y Annie nos miró con ternura.

-Ella es tu novia? - Preguntó Jaxon

-Ella es una persona muy especial - dije mirándola, y ella se ruborizó.

-Se ven bonitos juntos - Dijo Jazzy, hice un gesto como de "aaaaw" y le di un beso a mi hermana.

Mi padre se llevó a mis hermanos y me dijo que baje en 10 minutos. No ibamos a ir juntos en el mismo coche, ya que sería una montonera de fans. Se escuchaban los gritos desde el penthouse. Ya todos se habían enterado que voy a ir a ver a los Miami Heat y que Annie me acompañaría.

No tenía ganas de que Annie entre en este mundo, pero su vida ha cambiado desde que esta a mi lado, unos pocos paparazzis la han visto conmigo, o por las fotos que hemos subido... y con tan poco, han logrado hacer toda una maldita historia no real. Tengo que bancar cada comentario que hacen de mi, pero eso no me importa para nada. Que se metan con lo que más me importa, me jode muchisimo. Y Annie pasó a ser una de la personas que más me importan.

A veces solo tengo ganas de olvidar que todo lo que es privado para mi, se hace publico. Me gustaría poder salir a la calle sin que nadie este detrás de mi persiguiéndome. Pero no puedo evitarlo, esta es mi realidad.

-Nos vemos en el juego - Dijo mi padre y Annie asintió con la cabeza. Yo no podía parar de mirarla asi que cuando porfin nos quedamos solos, sentí nervios, muchos nervios. No sabía que decirle, quería decir tantas cosas, pero tenía miedo de meter la pata.

-Así que soy una persona muy especial?

-Lo eres, haces que me olvide por un momento que soy Justin Bieber, y contigo solo soy Justin. Eres especial

-Yo solo quiero entenderte

-Creeme, es muy dificil entender mi vida - Dije, mirando hacia un costado.

Ella se acercó a mi y me miró fija.

-Por qué?

-Tu no tienes idea por lo que he pasado

-Ryan me ha contado cosas de ti, y sabes qué? Estoy dispuesta a entender cada detalle de tu vida

-Tenemos un juego que ver - Interrumpí, mirándola a los ojos

-Prométeme Bieber que luego hablaremos de esto. De verdad me importa.

Asentí con la cabeza y caminé hacia la puerta. Bajamos por el ascensor y ella estaba con una sonrisa de oreja a oreja. Como si fuera una niña que recien le dieron caramelos. Su sonrisa, realmente hermosa y brillante, se fue de su rostro cuando tomó su celular y pensé que había pasado algo.

Me asomé sin que ella viera y pude ver el mensaje. "Sigues con ese idiota? Cuando quieras volver a hablar conmigo, estoy dispuesto a disculparme y darte explicaciones" Leí de un tal Marcus.

-Quien es Marcus?

-Un amigo - Dijo sin pensarlo dos veces

-Un amigo que te da explicaciones?

-Él es un idiota

-Entonces no es tu amigo?

-Lo era - Dijo y se abrieron las puertas del ascensor. Ella caminó hacia la puerta de atras y seguí su camino. Le había cambiado la cara despues de ese mensaje y supuse que ese Marcus era el amigo de las fotos de instagram.

Llegamos a la parte de atras del hotel y nos subimos al coche que nos llevaría al juego. Pudimos lograr salir sin que nadie nos vea.

Antes de llegar al juego, decidí comprarle un regalo de camino a Annie. Me puse los lentes, una capucha, y bajé del coche rumbo a la tienda. Compré un peluche pequeño que tenía un corazon rojo en el medio y cuando llegué al auto, lo escondí.

-Cierra los ojos - Ordené

-No lo haré

-Lo haras - Y tapé con mis manos sus ojos, puse el oso enfrente de ella y cuando saqué mis manos de su vista, vió aquel osito y le volvió la sonrisa a la cara.

-Es un detalle, quería esa sonrisa devuelta.

-Eres un amor, nadie nunca me había regalado un peluche!

Sonreí y pasé mi brazo por su cuello e hice que se recostara en mi pecho mientras llegábamos.

ANNIE

Estaba feliz de tener ese peluche en mis manos, y estar recostada en su pecho. Quería llegar al juego, estaba ansiosa.

Mi celular sonó y era Marcus. No quise atender pero Justin llegó a ver la llamada.

-Por qué no le atiendes?

-Porque estoy contigo y solo me importa eso.

El dió un beso en mi nariz y sonreímos a la vez.

-Tu sonrisa es preciosa - Dijo

-Igual la tuya - Y de verdad su sonrisa era hermosa. Perfecta, si se puede decir. Es una sonrisa muy sincera, muestra su felicidad y su dolor, sus logros y sus fracasos.

Moría de ganas de besar sus labios, pero muchas mas ansias tenía de saber qué era lo que él siente por mi. Necesitaba aclarar las cosas aunque a mi me gusta ir lento. Jamas me había pasado que un chico me llame la atención tanto como él.

Marcus nunca demostró nada hacia mi, y mucho menos besar mis labios. Pero Justin... nisiquiera puedo compararlos. Él me dió el beso mas hermoso de mi vida.

-Llegamos!

Salimos del auto y miles de paparazzis estaban esperando a Justin. Entramos lo mas rapido posible y cuando por fin llegamos, fuimos hacia donde estaba Jeremy, Jazzy y Jaxon. Me senté en medio de Justin y de Jazzy.

El partido estaba por empezar y no podía esperar más.

Justin tomó su celular y comenzó a sacarse fotos con Jaxon. Ambos tenían las misma expresiones en el rostro y me causaba mucha ternura.

Sentí una electricidad que recorrió cada parte de mi cuerpo.

-Auch! - exclamó Justin a la misma vez que yo y cruzamos miradas. Él había tomado mi mano y me dió electricidad, volvió a hacerlo y pasó nuevamente.

Nos miramos sin entender lo que sucedía y comencé a hacerle cosquillas para que le diera electricidad en las costillas y el empezó a reirse mientras gritaba un poco de dolor por la electricidad.

Sonó el ring del comienzo del juego y ambos dejamos de jugar de manos y comenzamos a ver el partido.