MASAJES CON DIAMANTES

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Tenía como dos años que solo volaba en jets privados y se mehabía olvidado lo heavy que es viajar en aviones comerciales. Y esoque íbamos en primera clase, pero igual: el gentío en la puerta deembarque, la cola para entrar al avión, la empujadera, los maloshumores y peores olores de la gente, los cientos de pasajerosesperando para hacer inmigración... Un desastre. Para volar así esmejor quedarse en casa.Llamé a un pana y le pedí que nos ayudara a agilizar la vaina yno nos fastidiaran por el pasaporte de Scarlet. Pudimos pasar chola,pero igual hubo que esperar como cuarenta minutos, sin exagerar, paraque salieran las benditas maletas en el fuckin carrusel.Pantera nos estaba esperando. Andaba como deprimido. Teníauna gasa en el brazo. Parecía que de ahí le habían sacado un tiro. Lepregunté qué le pasaba y me dijo que había peos en el 23. 

¿Peos de qué tipo? –pregunté preocupado. 

De todo tipo, jefe. La gente está molesta y lo paga con uno.Anoche hubo tiroteo hasta las seis de la mañana. Uno se cansa. 

¿Y por qué no te mudas de esa vaina? 

—No es tan fácil. 

—Búscate un apartamentito –le dije–, por Altamira o por LasMercedes... Yo te lo alquilo. 

—Muchas gracias, jefe, lo que pasa es que nadie por esa zonale alquilaría su apartamento a uno como yo. 

—¿Cómo que no? Si uno trae los reales... 

—Si cada vez que entro a una panadería en el este, están apunto de tirarse al suelo, solo de verme. 

—Pero con dinero te lo alquilan. 

—No crea. Todo el mundo anda asustado con la ley dearrendamiento, creen que uno no va a pagar y se va a quedar allí. 

Podríamos pagar un año por adelantado. 

Podría ser. 

—Búscate un sitio. 

—Gracias, jefe. A lo mejor si usted lo alquila... 

—Yo te ayudo, hermano, no te preocupes por eso. 

Pantera, mi pana... un tipo tan noble... tenía razón: un negrocomo él, en el este de Caracas, sería mal visto. No importa cuántobillete tenga. No importa quién sea... Si alquila unapartamento, losvecinos se atemorizan, los inquilinos se espantan, y le baja el valor aledificio... Venezuela es uno de los países más racistas del mundo... ylo loco es que uno de nuestros orgullos es decirle al mundo locontrario, que todos somos mezclados por lo que no hay racismo... Esoes totalmente falso, hay racismo de tonos: mientras más negros máschimbos... Y la revolución no ha hecho nada para cambiar eso: unpolítico de la Cuarta República es el único negro que ha asumido unpuesto público de relevancia desde que el Comandante tomó el poder. 

Y Venezolana de Televisión, el canal de la revolución, tiene purosblancos conduciendo sus programas estelares. Hay miles de ejemplos.En eso no hemos revolucionado. El elefante es blanco.Llegamos a La Lagunita. Scarlet se echó un baño y se puso aempacar. Yo comencé a cuadrar un jet privado, ni loco me volvía amontar en avión comercial.El testaferro del pana se llevó el Challenger 300 a Rusia conun exministro (aka La Momia), para cuadrar unos bisnes de armas. 

Loscharters de La Carlota estaban todos reservados, y en Maiquetía loúnico que había, en privados, eran unos bichitos que de vaina y llegan aMiami. Encima ya estaba oscureciendo, llegaríamos a media noche.Llamé como loco a medio mundo y no hubo manera deencontrar alternativa... O me iba en un charter a Miami, o me esperabacuarenta y ocho horas.Le pregunté a Scarlet. Le gustó la idea de pasar una noche enMiami. 

Las aventuras de Juan PlanchardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora