Capítulo 4: Curarte

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Capítulo 4: Curarte

- Parece ser que habrá acción - exclamó la seductora voz del murcielago.- ¿No están entusiasmados, chicos?

- Afirmativo - dijo el Robot renegado.

Desde las sombras, el erizo negro sólo logró asentir.

Esa mañana el comandante había activado la alerta gracias a cierto Dr que aún planeaba el desastre sobre Mobius. Eggman aun no se rendía, era el constante ciclo en donde se escondía en algún recoveco del planeta para luego aparecer con algún plan y causar el desastre. Tras el tiempo que permanecía oculto, los luchadores por la libertad habían estado más preocupados sobre el gran evento de la coronación del nuevo gobernante del Reino de Bellota que de proteger el Reino en sí. G.U.N pareció notarlo y decidió actuar.

Rogue la murcielago, Omega el renegado y Shadow el erizo, juntos formaban el equipo oscuro, los agentes de mayor rango en G.U.N. y con mayor experiencia sobre el Imperio Eggman.

Sobre el aire, Rogue divisaba una impresionante torre de control. Con el sigilo que la caracterizaba como espía, comenzó a planear lentamente hasta acercarse a un montículo de piedras que rodeaba la construcción.

- Todo despejado - dijo en su comunicador de muñeca. Casi de inmediato, el erizo y el robot llegaron a su encuentro. - Hagamos ruido.

De un sólo impulso de su brazo metálico Omega cuarteo una pared lateral a la entrada de la torre. Shadow y Rogue entraron de inmediato, vigilando de no encontrarse con alguna maquina guardián, corriendo sigilosos por sobre los pasillos en busca de la cámara de control. El renegado parecía estar más interesado en la total destrucción del edifico que de la información que habían sido enviados a conseguir, Rogue rodo los ojos de exasperación, su resolución de destruir piedra por piedra el imperio de su creador seguía en pie. Tras un largo recorrido entre trampas, cámaras de seguridad y sensores de movimiento, por fin encontraron la puerta que tanto habían estado buscando. Inmediatamente la ojos zafiro se dispuso a hackear la clave de paso. Justo a su lado en pose defensiva, el erizo oscuro vigilaba distraídamente. En su memoria yacía nitida la imagen de la erizo rosa, cada que la recordaba sentía una presión justo en su pecho, era como si algo floreciera dentro de su interior, algo totalmente nuevo e indescriptible que no podía lograr entender. Shadow por inercia llevo su mano derecha hacia su boca, rozando apenas con su guante su labio inferior. Aun podía sentir la sensación de sus labios sobre los suyos.


- ¡Cuidado! - escuchó gritar.

El golpe seco acertado justo en su mejilla lo mando a volar, colisionando sobre una pared. La estructura del impacto se partió dejando caer los cimientos, con ellos el techo se desplomó justo sobre el cuerpo del erizo.

- ¿Shadow, estas bien? - gritó rogue asustada. No podía creer que él haya ignorado por completo la presencia del enemigo. - ¡¿Shadow?!

El crujir del escombro y el levantamiento estrepitoso del polvo la hizo resoplar con calma. Shadow emergió, sacudiéndose la suciedad como si no hubiera pasado nada.

- ¡Maldición Shadow! ¿Acaso no escuchaste mis advertencias?. - el erizo la miró confundido - te estaba gritando que se acercaban a tí. - La ojos zafiro se le plantó de frente, totalmente enojada.

El erizo paso de ella, ignorándola completamente, cabizbajo. Ella le miró con confusión.

- ¿Shadow?...

Imperturbable, el erizo camino hacia el robot de defensa y con un puñetazo le destrozó el cráneo metálico.

De repente el estruendoso caer de más estructuras en la lejanía los puso en alerta.

El segundo es el primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora