Mi Esposo ¿Es Un Alfa?

4: El Amanecer.

“Un cambio siempre es bueno... Aveces. ”

- Autora.

— Mi lindo Yugi. Serás hermoso, ahora y siempre. — 

El orgullo estaba impregnando en sus palabras, una sonrisa de satisfacción al ver a su pequeño esposo dormir por la larga noche que tuvieron, le hacía sonreír de esa manera. El Lobo, complacido de por fin tomar lo que era suyo desde un principio acaricio
con suavidad, y como si Yugi fuera del más fino cristal, acariciaba con cuidado la piel desnuda de su amado que se hayaba durmiendo con múltiples marcas y besos que adornaban a Yugi, pero la marca que era más notable; ahí, en toda esa piel, era el cuello donde le adornaba una marca, un símbolo de amor de parte del Alfa.

—Descansa todo el día si gustas amor. Yo te estaré esperando. — Dijo Atem con paciencia mientras cubría el cuerpo de Yugi con las sábanas, mientras por la ventana se asomaba los primeros rayos del amanecer.

  El trabajo ya estaba hecho.

Yugi sería su Omega, aunque para eso, necesitaría tener paciencia y estar al pendiente de Yugi, pues su transformación lo mantendría muy ocupado... Y muy excitado.

Pero... ¿Cómo se tomaría esto Yugi?.

El pobre humano, inocentemente, se había entregado hacía un hombre lobo que lo deboró totalmente y que lo transformó en algo que totalmente desconoce.

Sí fuera Yugi, ¿cómo lo tomarías?

*Continuará...