21: Los fugitivos.

997 104 85
                                    

Antes de empezar, quiero agradecer a :  DarkstarHalakti .¡Mi niña linda y hermosa! Gracias por el dibujo, ¡me fascino! ¡Me encanto!♥♥ , y como agradecimiento (Se que me tarde en mostrarlo no me mates Dx) pero estaba esperando el momento exacto para mostrárselos a todos junto con el capítulo, que creo que marcara un antes y un después de este fanfic ,así que aclarando todo esto. 

¡Este capítulo es dedicado especialmente para ti, ¡¡¡GRACIAS POR EL DIBUJO!!!.

Cómo dato curioso para mis demás niñas que leen y no se si chicos también , pero el dibujo de arriba es la forma de lobo de Atem. Espero que le haya gustado como a mi. Así que una vez supieron esto empecemos. :D

Cómo dije antes, como lo digo ahora y lo hare en un futuro... Yo Yami Halackti me nombro oficialmente el enemigo de Atem Halackti, quien es mi hermano mayor y el sucesor de una gran y poderosa manada a la cual me hecho enemiga igual.

Pero, no me importa. Soy libre y feliz, vivo como yo quiero y tengo lo mejor a mi lado.

-¿Ya nos vamos? . - 

Volteo hacía mi espalda donde encuentro a Yugi observándome luciendo una pijama de color negro, esta parado en la puerta cruzándose de brazos, su semblante es serio y su ceño esta fruncido; se que esta molesto, no lo culpo. Poniéndome en sus zapatos creo que a mi tampoco me gustaría que me lanzaran desde un acantilado hacía un río frío en medio de una persecución.

- Debes alimentarte primero. - Dije en cuanto estiraba mi cuerpo. Escuche el sonido de mis huesos crujir pero poco me interesaba. Note la mirada de Yugi desviarse hacía otro punto con las mejillas levemente sonrojadas.

-Lamento que me veas de esta forma, pero quería ejercitarme un poco. - 

-Podías tan siquiera ponerte una camisa, ¿Sabes?. - Dijo notando que mi torso estaba desnudo, expuesto ante los ojos de los demás, pero exclusivos para él. 

-Soy un lobo, la ropa de los mortales me da mucho calor y a veces me incomoda. -Dije. Yugi dirigió su mirada solo para regañarme con esta.   - Pero siguiendo las reglas de los mortales.-Proseguí.-, debo usarla porque no quiero que otros humanos se incomoden con mi presencia desnuda. -

Yugi chasqueo la lengua y luego enderezo su cuerpo.

-Exactamente. - Dijo, luego nuevamente su ojos se fijaron en mi brazos derecho vendado. - ¿Aun te duele?. -

- Me pica un poco. - Comente sin mucha importancia mientras me metía ala habitación de aquel motel de paso que compartía con Yugi temporalmente, en unas cuantas horas partiríamos hacía un nuevo destino. 

-Debes cambiarte el vendaje o se podría infectar. - Me sugirió.

-Sí, lo hare en un momento, pero ¿Qué hay de ti?. -Le pregunte notando el pequeño curita en su cabeza y la gaza en su cuello, donde obviamente se encontraba esa asquerosa marca que se estaba pudriendo. - ¿Cómo te sientes hoy?. -

Me acerque hacía él, mis manos se pusieron en su cuello y fueron directo ala gaza sucia que se estaba poniendo algo verde.

Yugi intento detenerme pero ya era demasiado tarde cuando la quite.

Hice una mueca de fastidio total cuando revise el tono verdosos con el cual pintaba esa marca, se estaba poniendo mal, ya habían comenzando las manchas verdes de tonos oscuros que rodeaban la marca, símbolo de una fuerte infección que se aproximaban a la misma marca para poder infectarla y ponerse morada y finalmente negra, que era cuando ya no se podía hacer nada.

Mi Esposo ¿Es Un Alfa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora