16: El Pasado.

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El bosque es sublime y muy hermoso, no se por que dicen que le temen, además, considero que estar en un campamento de vereno en medio del bosque es para estar en contacto con la naturaleza.

— ¡No debes estar solo en el bosque!. —

Los brazos de Yami rodearon mi cintura, coloco su mentón en mi hombro mientras se acomodaba mejor.

— Me gusta estar solo en este tipo de lugares. — Le dije mientras acariciaba su mejilla. — ¿A ti no te gusta?. —

— Se podría decir que lo veo como un segundo hogar o un lugar donde me puedo sentir libre. —

Me aleje de él para voltear a ver, abrace su cuello, me apegue a él.

— Dime, ¿que  se siente ser mitad lobo?. —

[ P R E S E N T E.]

— ¿Es por aquí?. —

— Sí. — Atem volteo hacia a la mujer que lo acompañaba ;la madre de Yugi se quito la capucha para mostrar su rostro.

El Moreno miró la gran montaña y en ella, aquel castillo que residía en ella.

— Ahí están. — Señaló  Atem. — Nos tomará un día llegar ahí, pero lo lograremos. —

La mujer sonrió satisfecha, al saber que muy pronto se reuniría con su único hijo.

— Heba, mamá ya va por ti. —

POV  Yami.

— No se de que estas hablando. — Dijo Heba.

— Eres un mentiroso y un maldito abusador. — Hable firme. — Utilizas a tu propio hermano para mantenerte "vivo". —

Yugi o mejor dicho "Heba" apretó sus puños, mordió sus labios frustrado.

— Él no merece vivir. —Dijo él, quería arrancarle la cabeza, darle un golpe, lo que sea, contar de cerrarle la boca, pero no podía, si lo lastimaba, lastimaria a Yugi.  — ¡Yo sí!. —

— ¿Con que derecho dices ese tipo de cosas?. —  Le reclame. — Yugi siempre ha sido un chico bueno, no a lastimado a nadie, ni siquiera a ti, a pesar del daño que le causaste. — Ahora yo era el que apretaba los puños, conteniendo mi rabia. —Desperdiciaste tu vida.  Te arruinaste, y no solo eso, también arruinaste a mi familia. —

— ¡Eso no es verdad!. — Grito. — Yo no pretendía causar esto, yo solo quería... Quería... — Bajo la mirada. —Yo solo quería ser feliz. —

—¿Utilizando a las personas?, ¿Utilizando a mi hermano para enamorar lo y después desecharlo como basura?. —

— Yo no... —

— Heba, tu eres alguien muy egoísta. Y tu egoísmo te llevo a la muerte, o bueno, casi. —  Dije. Me acerque a él, Heba ni siquiera se movió de su lugar, alce mi mano y toque aquella marca envenenada. — Mira lo que tu egoísmo está provocando. —

Él quito mi mano con brusquedad.

— Te juro que si Yugi muere por tu culpa yo... —

—¿Qué?. — Me enfrento con esa mirada azulada y desafiante. — De todas formas no puedes tocarme, no me puedes lastimar. —

— Tal vez a ti no.— Le dije. — ¿Pero que hay de Amane y Kira?. —

Heba abrió sus ojos enormemente y yo sonreí.

— Eso creí. — Me aleje. — Devuelvele el control a Yugi sobre su cuerpo y te prometo no hacerles daño o dime, ¿te importas más tú? ¿Que tus propios hijos?. —

No me respondió en su lugar, el cuerpo de Yugi casi cae al suelo. Lo sostuve en mis brazos y lo acerque lo más que pude a mi.

Lamentaba mucho que Yugi pasara por esto, ¿cuando sera el día en él que tenga un poco de paz? Ya ha sufrido demasiado.

Recosté a Yugi en la cama, lo cubrí con las mantas, me recosté a su lado y comencé acariciar sus mejillas.

— ¿Qué debo  hacer para ponerte a salvo?. —

Tome su mano izquierda y le quite aquel molesto aro de oro.

— Ni mi hermano, ni yo te merecemos. Nadie en este mundo te merece. — Abrí las ventanas y arroje el anillo por aquel acantilado. —Debes ser libre, a como de lugar. —

×Continuará...

Mi Esposo ¿Es Un Alfa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora